Las viejas cuevas recibirán

Lo que se llevó toda la semana, es la noticia de las dos gatas viejas tienen hijos con políticos (caso de Edith González) o con hijo de expresidentes (caso de Erika Buenfil). Todas las amas de casa, después de hacer sus dizques infinitos trabajos de casa, se sentaron. Escucharon. Y dijeron:" Ay madre. Cómo pudo hacer eso el Santiago Creel. Y como es que el Ernesto Zedillo dejó que su hijo hiciera tal cosa. Y más que no se hacen cargo de sus próceres" uno les dice que les pasarán pensiones de varios pesos que no son nada despreciables y ellas contestan "No, pero qué poca que las dejen solas con los niños". Un momento. Aquí es donde estoy desacuerdo y levanto la voz.
Primero es lo primero. Las dos no son unas jovencitas. Son unas mujeres cuarentonas, y si me corretean, hasta de cincuenta. Sabían muy bien lo que hacían con las almas blancas, que son Creel y Zedillo Jr. Y todo esto es si pensamos en lo más elemental. Pero como nosotros profundizamos mucho más (el hecho de estar aquí, en este blog lo demuestra), tenemos que hablar con la verdad. "Fuera Máscaras" como dice Rodrigo.
Todos sabemos quiénes son tanto Edith González y Erika Buenfil. Ambas son unas gatas traga glandes de la época de oro. Su cara y su carrera las avala. La cara de Edith González tiene toda la definición que las madres sobre protectoras dan a las mujeres que no quieren para sus hijos, es toda una lagartona. Y he de confesar, que alguna vez soñé con tener un litigio sexual con ella, en mis años de púber. Pero ahora, no sé si estoy listo para tal consecuencia. Pero qué me dicen de Erika buenfil, creo que debería dar las gracias porque alguien le hizo el favor. Siempre ha sido un pan, y no sólo sin pan, sino que es como un bizcochado sin mantequilla y sin azúcar, y además, quemado. Sinceramente no sé si alguna vez Erika Buenfil fue un sexsímbol, y si lo fue, qué perdidos estábamos.

Pero no vayan ustedes a creer que estoy a favor de Santiago “garañón” Creel, o del Zedillo “pollodeforme” Jr. , pero es que de ellos no esperábamos menos. Sabemos lo que son, una bola de mafiosos y tranzas. Lo único que cuestiono es el compadecimiento que tienen todos para con ellas. Cuando las ganonas son estas gatas veteranas.

Además, no crean que fue un encuentro amoroso, al estilo isabelino de Shakespeare, no, estás viejas, como Lina Santos, Adela Noriega y como lo fue Sasha Montenegro, son como cazadoras de cabezas, o más bien, se acuestan con políticos, y de ahí sacan muchos de sus lujos. Edith González salía con Creel, para tener lo que quisiera. Por eso desapareció por un tiempo de la farándula, porque tenía lo que quería. No crean que sólo fue una vez. No, el Creel se la habrá reventado unas 30 veces por lo menos. Eso es lo que le gusta a la güera ex aventurera. Y en cuanto a Erika buenfil, pues creo que pegó su chicle con el joven descendiente de Ernesto Zedillo (Ernesto Zedillo: un putísimo de cinco estrellas, por cierto) y vio su posibilidad de salir del bache de crisis que tenía.

Los políticos, viven, aún, en la época de ficheras, en donde los bares o centros nocturnos, en esos tiempos, se llenaban de políticos, que iban a ver a mujeres encueradas, y mojar su pincel. Y lo más cabrón, es que sí estamos en esos tiempos. La mayoría de las actrices están tendiendo siempre en rozar con las luminarias de la política, pero se da más con las actrices maduras, las cuarentonas. En sus tiempos, la misma Zavaleta iba rodando por esos rumbos.

No es difícil de imaginar cómo se comportan los políticos y los hijos de estos, cuando entran a lugares nocturnos, pues aquí mismo en Campeche se ve. Uno nota que está apunto de entrar un hijo de político o un señor feudal del gobierno mismo, cuando escuchas los gritos de este, y ves que saluda a todos, para que todos sepan que él es el hombre de la noche, es el rey del lugar, y el saludo a voz alzada es para que todos sepamos que es un conocido poderoso, al que le debes envidia a borbotones. Ustedes no me dejarán mentir.

Si jugamos mentalmente, no sería fácil desechar la idea de imaginarnos a las dos gueras en un bar. Cuchichiando ambas y viendo a las personas, como gatos frente a una pescadería. De pronto, entra Santiago Creel, con su guato de coca en los bolsillos, y se sienta en una mesa donde hay señores de edad del mismo. Edith le dice a Erika: “mira mana. Ahí está el Creel.” “¿Y qué vamos hacer?”, “yo no sé tú, pero yo me lo ligo” “qué golosa”. Se acercó a la mesa y saludó al entonces, representante del PAN. “Hola, señor licenciado.” “Hola, qué gusto encontrarla de nuevo. Una vez la saludé en Aventurera ¿se acuerda?” “Sí, como no licenciado, pero hábleme de Tú” “¿De tú? perdone, pero no lo conozco” “ay, que bromista es usted, licenciado” “pero si quieres que le hable de tú, usted me tiene que tutear también” “pues si quiere, con mucho gusto lo tuteo” y se contoneo sugestivamente, y rieron. “Bueno, Edith, ¡’qué te trae por aquí?” “pues vine con unas amigas. ¿Y usted?” “Qué suerte. Yo también. Mire le presento al tigrillo de Ernesto Zedillo Jr.” “Mucho gusto, es usted el hijo del señor Zedillo?” “Pos su puesto, pendeja, por eso me llamo Jr” pensó pero sólo escogió las palabras “Por supuesto” y Edith se acordó de su amiguis y la encarriló. “Mire, le voy a presentar una amiga. ¡¡Eri!! Ven. Mira, les presento, Erika, Ernesto. Ernesto, Erika. Es el hijo del ex presidente Zedillo.” “Hola, muchísimo gusto”. Y así se la pasaron. Y después de unas horas. “Me dio mucho gusto conocerte, Edith. Eres una persona muy inteligente, y además, muy guapa.” “Pero, Santiago. Muchas gracias, pero, ¿por qué no vamos a otro lugar para conversar más a gusto. ¿Sabe a lo que me refiero?” Y con una sonrisa que arrugó su barba y su frente contestó con la cabeza un sí. Y cuando se paró la güera, Don Santiago le miró el culo y pensó “lo que me voy a comer, Santiagito”.

Por eso, señoras, no se compadezcan de estas cazacabezas. No se crean lo que ellas digan: “Sólo una vez tuvimos que ver”, pues un embarazo a la primera es muy difícil que ocurra. Por lo menos se revolcaron como puercos, mas de 20 o hasta 30 veces; en el caso de Erika yo creo que con 10 le dio, por su edad. Pero bien sabían lo que hacían. Y si les dicen que “Con frijoles, pero comemos” es una mentira, ellas tienen tanta lana como para vestirse de china poblana todo el año. Y todo eso gracias al talonear. Ese es su trabajo. Aquí todos ganaron. Los políticos al reventarse carne de la farándula, las actrices, por la lana que sacaron y por que se habló de ellas en la prensa, y las revistas de chismes que vendieron bien este fin de semana.

Bueno, si hubo perdedores, nosotros, que con nuestro dinero se pago los palos de Creel y Zedillo jr. Además de darles más lana por las revistas de chismes que compramos. Pwen!