martes, 17 de junio de 2008

Quickies

Quickies.

En Pillsbury, un poblado de Dakota del norte, vivió tiempos de elección. El alcalde Darrle Brudevold participó para una reelección, y la ganó. La fórmula que utilizó para tal victoria fue la distancia y el trabajo. Ustedes se preguntarán del porqué, pues no me refiero a la distancia de él ni al esfuerzo de su trabajo, sino a la del pueblo, ya que en dicho lugar hubo abstinencia total. Así, como lo oyen, abstinencia total de votantes. El hoy reelecto alcalde de Pillsbury nos dice: "Todos tienen trabajo y están ocupados. Sucedió que parece que nadie fue a las casillas". Y es que sólo 11 personas viven en Pillsbury, el centro del poblado, el resto vive en granjas, fuera del condado. No existe persona cerca en 19 kilómetros a la redonda, y según cuenta el feliz alcalde, nadie se toma la libertad de dejar su trabajo, viajar 30 minutos para emitir un voto y viajar otros 30 de regreso a casa. Dicha fórmula la quieren patentar en poblados de México.

La esposa del alcalde, Ruth, tiene un salón de belleza, y también es administradora del correo. Esta vez se lanzó como concejal, y por una abrumadora cantidad de votos de confianza (de su esposo) ganó en dichas elecciones. De hecho, ella ni votó para sí misma, ni para su esposo, ya que tenía mucho trabajo que hacer, como bañar a manguerazos a sus puercos, y a cubetazas a sus cerdos (¿capicci?).

En otras latitudes, en Rumania, más específico, en Vionesti, localidad de Bucarest; también vivió tiempo de elecciones. Y la gente decidió votar por el que mejor le convenía, un muerto. Al no haber persona más limpia y pulcra, la gente decidió votar por un muerto.

La cosa es sencilla de explicar. Las elecciones se llevaron a cabo ayer, el 16 de junio, todos salieron a votar felizmente, pero estaban al corriente de que Neculai Ivascu estaba luchando por su vida. En la mañana, se dio la noticia de que había muerto. Los votantes, aún sabiendo la muerte de su candidato, votaron a su favor. Al final, el conteo quedó de la siguiente manera: 1051 votos frente a 1028 votos de su rival liberal. A lo mejor esos votos fueron muestras de agradecimiento y de dolor para con su familia, pero el problema es que, no existe una ley que dé una solución, poniendo así al difunto como ganador oficial de dicho poblado.

Las autoridades competentes dicen que no pueden dar como ganador al otro representante, porque eso sería una violación a la constitución. Así que, están en resolución todavía. Pero mientras están en resolución, el difunto Neculai Ivascu sigue siendo el alcalde oficial de Vionesti.

Yo haré lo mismo en las próximas elecciones. ¡Mi voto es para Pablo García!

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