jueves, 29 de enero de 2009

Una banda que hechiza, y después, sabes que el oro es prodcuto de la magia


Bueno, para no abrumarlos con un escrito grande (porque sé que son unos guevones para leer) y para hacérmela más fácil, voy a darles entregas de esta gran banda. Así que, a darle átomos!



Un Frappe de Oro



Hay veces que uno quiere destrozarse más de lo que ya está destrozado. Hay veces que uno quiere tocar esa herida reciente. Hay veces que uno le da más depresión y melancolía a su atormentado cuerpo, porque su misma humanidad así se lo pide. Nos puede sonar gracioso o contradictorio, pero es, tal vez, una forma de sentirnos vivos, de sentirnos más humanos.


Goldfrapp es un golpe certero a la humanidad de uno. Cada canción, es una pequeña obra que va dirigida para derrumbarte. Te hará bailar cuando quiera que bailes, te hará sufrir, cuando quiera que sufras, te hará recordar lo que quieren que recuerdes. Eso, señores míos, es algo que muy pocas bandas pueden hacer: hacerte sentir.


La historia de los discos de Goldfrapp, serían mejor explicados por el principio de Hegel. Pareciera que esta banda quiso hacer todo lo contrario a su trabajo anterior. Pareciera que buscaran la contradicción de sus discos para llegar a su esencia.


Felt Mountain, su primer Ep, fue un disco con muy buenas críticas. Y no es para menos. Es un disco con dotes depresivas y con letras sumamente profundas. Es un disco que invita a la reflexión de una manera que nadie se atrevería a rechazar. Se adentra con canciones llenas de una decadencia y tristeza, que dejan trastornado al escucha. Esos sonidos de guitarras languideciendo, como si fuera un llanto permanente, y ese ambiente de cabaret antiguo, hacen que sientas estar en un burdel vacío, con miles de fotos, en medio de un holocausto. Felt Mountain es sumamente profundo, y lo más importante, es que cuando uno desglosa el disco, encuentra que son variados los ritmos, y todo se amalgama perfectamente para dar esa ambientación deprimente (“Human” es una bella canción que tiene tonos de mambo).


Existen patrones que hacen que ese sentimiento de decadencia y melancolía sigan a lo largo del disco. Pero los elementos de cada canción, nos hacen admirarlos como joyas infernales incrustadas en esa cueva dantesca. “Utopia” tiene una letra descomunal que desborda, y esa voz de soprano que acompaña a la voz de Alison, pareciera como si admiráramos la grandeza y la maravilla de un alud que está por caernos en cámara lenta.

Utopia:




Why cant this be killing you / Frankenstein would want your mind / Your lovely head…



Lovely head fue el primer sencillo del álbum y fue la que abrió esa caja de Pandora. Esa música, esa letra tan oscura, tan amarga, con esa imagen de Frankenstein. Uno nunca olvidará eso que sintió por primera vez cuando la escucha. Empieza con un silbidito, y nos recuerda a Kill bill, pero después viene el ensimismamiento. Empieza en mi estómago, y entonces sube a mi corazón… no es sólo una descripción de algo extraño que nos es ajeno, es, también, el recorrido de la canción por nuestro cuerpo. Parece romántico y absurdo pero no por eso falso. Lo que sobresale es ese sonido tan lánguido de guitarra eléctrica, que en realidad es un violín eléctrico. Hay melancolía en la canción, es una explosión interna, como un torpedo estallando dentro del mar.

Lovely Head:



No Time to fuck / But you like the rush…


Paper bag es otra canción estupenda, grandiosa. Suena triste, llena de melancolía y de intriga. Los bandolines de fondo son una base que permite a los violines escarbar y dejarnos entrar ese aire viciado de tristeza. Es como si nos despedazara poco a poco. Esta canción nos trata como unos miserables leprosos que con sus pedazos, recuerdan cómo eran. La letra es profunda. Es poética y abusa de nosotros. Nos deja sin aliento.


I'm inside / your mouth / sucking the sun / baboons and birds / with the weight / of you dear / I forgot


Qué podemos decir ante esto, es poesía pura. Es pólvora fina que se nos cuela en las rendijas de nuestra nariz. Sucking the sun / baboons and birds es más de lo que podría pedir.


Paper Bag:



Pero antes de seguir con sus discos, hay que mencionar a los integrantes de la banda, que en realidad es un dúo inglés.



La única mujer que Madonna quisiera ser.


Alison Goldfrapp y Will Gregory se unieron en 1999 para darle forma a este proyecto, y lo llamaron Goldfrapp, tomando el apellido de Alison.


Alison Goldfrapp, fue una estudiante de artes. Su línea era las imágenes y lo sonoro. Uno de sus trabajos llegó a manos de Gregory, y pronto la contactó (yo hubiera hecho lo mismo). Él dice que había algo en su voz que lo inquietaba, sonaba sedoso, plateado, algo que no podía dejar su cabeza. Después, mucho después, el mote de sirena no era algo de la casualidad. Sirena plateada para ser más exáctos.


Alison no sólo tenía una voz envolvente, también una personalidad sobria, llena de frivolidad, que llega parecer un hermoso milagro verla reír. Desde un inicio, Alison manejó una estética en su look. Era algo ecléctica. A veces se le ve con el pelo ondulado; otras veces lacio, y otras corto, y cuando uno da cuenta de su personalidad y ve para atrás, llega a notar que Madonna adopta cada look de Alison. Y no es para menos, Madonna es fan consumada de la banda. Incluso hay fotos de Madonna con Goldfrapp, además de que la reina del pop ha declarado que le cuecen las habas por hacer dúo con esta banda que tanto admira


Como dato anecdótico, Madonna declaró que Goldfrapp le sirvió mucho de inspiración para su disco Dance Confessions on a Dance Floor.





Échale una escuchada a Felt Mountain:

http://www.megaupload.com/es/?d=Y8BFV1DB


martes, 27 de enero de 2009

La señora del Buen decir

Seguimos con la política. Aquí esta señora. Una dama en toda la extensión de la palabra. Es mi abuelita. Gócenla.


Videos tu.tv

Gatos por liebres


No pues, este fin de semana me la pasé de a Madrazo.


¿Por qué?


Fíjate que me fui al bar con unos Chentes. Y después de un rato, que le echo ojitos a una vieja. Estaba bien buena. Que me la ligo y empiezo la plática, y no más abre la boca y no, no, no, no. Estaba bien Sarah Palin. Y que me la quería llevar, pero su amiga no la dejaba.


¿Y su amiga estaba bien?


No, que madre, estaba bien Elba Esther. Daba ñáñaras. Pero al final de cuentas, para no hacértela de Obrador, me llevé al hotel a la que estaba Palin. Entramos, y empezamos las diputaciones. He de admitir que tenía buen curul. Y que ya entrados en la enpelotadera, me pregunta que cuántos años tengo. “27” le digo, y que me dice, “uuuy, estás bien Peña Nieto, y que le digo, estaré Peñanieto pero no Ortega, y que la agarro, la beso. Ahí empezó la campaña. Ella ya estaba bien Nordhausen,a punto de turrón, y en un momento inesperado, que me agarra el PRD. Para ese entonces, eso ya estaba bien Barack Obama. Ella me vio con desconcierto, vio mi PRD, lo agarró y me dio un Sarkozy. Después le eché el ojo a su Kirchner, estaba rasuradito, y le metí los dos primeras diputaciones, ella gimió de gusto. Me encantaba cómo me hacía el Sarkozy. Y que me dice “Dame de una vez.” Y que se la dejo caer de a Salomón. Ella deliraba. Me movía como un Hurtado con sal. Ella me agarró las Bernés, mientras que yo se la Méndez Lanz con enjundia. Pero lo mejor vino después.


Qué pasó.


Pues que en el momento en que yo estaba bien prendido, que me separa, me agarra el PRD, que estaba bien Barack y me dice “Dame por McCain.” ¡Y que le doy por McCain”. ¡No gritó ni se quejó! ¡Le di por McCain!


¡No mames!¿Así te lo pidió? No te creo.


Te lo juro así me dijo.


Y luego que más pasó.



Pues nada, seguimos toda la noche. Nos echamos Tres Alitos y un Panchito Brown.




jueves, 22 de enero de 2009

El extraño resplandor de la inocencia IV


Reprise


Uno confía en sí mismo. Dudar de su existencia o de sus actos es una forma de compromiso con su existencia. No hay marcha atrás. La razón y la madurez son cómplices del entendimiento. Uno se llega a dar cuenta de que el tiempo es un mero estado de ánimo. De ahí no hay escapatoria. La vida es como una una maraña que vamos desenredando y a veces llegamos hasta el final y vemos todo con claridad, pero hay otras marañas por desenredar que no nos da tiempo de contemplar dicha claridad.


Nuestros amigos son pasajeros del mismo camión, uno no los elige, uno se sienta y viaja con ellos, y están ahí porque coincidieron en un mismo viaje, en un mismo destino, con la misma hora de salida, y al final, cuando llegan a su destino común, cada quien jala por un camino diferente. Pero aunque uno no elige los compañeros de viaje, uno sí puede elegir el compañero con quien va a pasar las horas de viaje. Uno puede hablar con su compañero o no dirigirle la palabra o la vista. Uno puede platicar de cosas vagas o de cosas personales, no importa, porque sabemos que todo se perderá cuando lleguen. Uno no sabe si esa será la última plática de su compañero de viaje, o de uno mismo, o de ambos. Se puede tener la confianza y hablar de cosas que jamás ha hablado con otra persona, pues el poder que ejerce el anonimato nos seduce y nos ofrece confianza.


Así son las relaciones humanas, tan azarosas, tan peculiares, que nunca llegamos a saber a ciencia cierta qué es lo que somos. Conforme más viejos somos, más escurridizo se nos hace el tiempo. Tal vez corre por nuestra odiosa ambición de cogerlo y en esa persecución se nos va nuestra vida.


Cuando somos niños no sabemos del tiempo, no nos provoca tenerlo, es más, a veces queremos que corra. Tal vez por esos anhelos de niño, por forzarlo a que pase rápido, de grandes, nuestro reloj avanza presuroso, como si algo lo hubiera desatascado y fluyera con rapidez. Por eso el tiempo es un estado más de ánimo.


Así era en la preparatoria. Era mi tercer viaje. Todos se perderían al final del camino. Todos mis compañeros se irían a otros viajes, así como se fueron los de la primaria y la secundaria. Sólo coincidimos algunos pocos en el mismo camión, y tal vez, en este viaje los perdería a todos, hasta a Gina, mi compañera de viaje. Así me sentí en preparatoria, pero no lo noté con tanta claridad como lo hago ahora. Por eso, ahora rememoro con algo de dolor, porque añoro eso, extraño aquellas clases que me eran tan odiosas y que me llenaron de tantas alegrías.


Un amigo, del que siempre tuve su admiración ya que pudo ver en mí ese carácter de fabulador (el primero y al que más estime), me preguntó qué era para mí el tiempo. Yo no supe contestarle, sólo divague unas frases para vanagloriarme de mi ego(como tal vez ahora lo hago). Manuel, que pudo notar mi ignorancia me preguntó qué era para mí la vida. Eso fue más misterioso. Con el tiempo podía divagar, pero con la vida me encontraba con un monstruo gigante salido del mar, en donde uno no puede identificar dónde empieza su cabeza y donde termina sus extremidades. Sólo titubeé y al final no supe qué decir. Manuel creía que yo era un prodigio, por eso me preguntaba tales cosas que sólo se le pregunta a un filósofo (tal vez eso explique la estima que le tengo). Dicha creencia vino porque supo de mis escuetas cualidades literarias por un hecho un poco excéntrico. Yo estaba afiebrado por la obra de Edgar Allan Poe. Me leí tantos libros de “Narraciones Extraordinarias” para leer todos los cuentos posibles de este autor. Un día le confesé a mi amigo, mi admiración por Poe y le pasé una copia de un cuento: El gato negro; tenía que ser ese por iniciación, si le gustaba, le facilitaría el resto de las copias. Lo leyó y para mi sorpresa, compartió dicha fascinación. Entonces le facilité el resto de copias, y entre ellas, escabullí uno de mis primeros cuentos. Los leyó todos. Yo le dije que todos los cuentos eran de Poe y que eran de los que más me gustaban, y el los tomó sin saber que dicha lista estaba adulterada.


A la otra semana, el lunes, llegué al salón con el arrebato de saber qué le había parecido aquellos cuentos, pero más, por el mío. Él llegó y me confesó que le había gustado mucho “El corazón delator”, “Los Anteojos”, pero que sus favoritos eran “El escarabajo de oro, “El pozo y el péndulo” y “A una persona inferior”, siendo el último, el de mi autoría. Sentí un nudo en mi garganta. Le pregunté si en verdad le había gustado el último, y me dijo que sí, que le había fascinado. A la hora de la salida no pude contenerme y le confesé la verdad. Le dije que “ A una persona inferior” era mío, que yo la había escrito. Nunca voy a olvidar esos ojos de sorpresa que noté en su cara. Esos ojos tan abiertos que demostraron, después, esa admiración volátil que da la juventud. Me inquirió con felicitaciones y con alientos dispares. En ese momento supe que mi vocación era la de escritor.


Hoy en día leo ese cuento y sólo encuentro la excentricidad de un barroquismo exasperado. Además del morbo que desataba las provocaciones de Poe. Existen la muerte y el inconciente anhelo del asesinato atroz. La monstruosidad y la bellaquería sin sentido. Es un cuento que me abochorna, pero que no me avergüenza, porque en su tiempo, me brindó la posibilidad de abrazar esta amante flamígera que es la literatura.


Uno pasa más tiempo con sus amigos, con sus problemas y sus risas, con sus necesidades y con sus virtudes, y por eso conserva dichas memorias tan nítidas en la cabeza. Les tiene un aprecio profundo a aquellos personajes que fuimos y aquellos que nos rodearon. Es triste saber que las cosas que se vivieron no podrán regresar, y sólo le queda la resignación de evocarlas en el recuerdo.


Por eso, con la experiencia y la serenidad que me da la edad, hoy le puedo contestar esas preguntas que mi amigo me hizo hace ya algunos años. Sobre el tiempo le podría decir lo mismo de aquella vez, sólo que con más prudencia y elocuencia, porque ya la transformamos en ciencia; pero sobre la vida, le diría que son un conjunto de excusas y momentos; de acciones y especulaciones; de recuerdos y suspiros; de saberse que el tiempo es un sutil carácter de la vida y que hay que saber vivir con esa actitud. Que en el camino, uno se subirá a infinidad de camiones, y que al final, uno no sabrá en qué estación se bajará.



5



Estaba contento. En el salón y contento. Ella a mi lado, a mi izquierda. Parecíamos una pareja. Ya estaba todo dicho y nadie lo sabía. Quizá eso fue lo que me alegraba tanto, esas declaraciones fugitivas, que nadie sabía más que yo y Gina. De vez en cuando nos veíamos y sonreíamos.


“Ale, ¿vas a jugar al rato, cuando salgamos?” me preguntó Cristian. “Pues a la salida” le contesté. “Somos nosotros contra los del A. El clásico, ya sabes. El que pierda paga los jugos”. “Puta, pero no tengo dinero.”le dije. “Yo tampoco.” me dijo y sonrió, porque había seguridad de ganarle a uno de los mejores equipos de la preparatoria. “Ah, claro. Tienes razón” le dije y sonreí. Después de que se fue, Gina me dio un jaloncito para decirme algo en secreto y en voz baja, misma reacción que contesté con un acercamiento de mi oído a sus labios “Alex, si no tienes dinero para la apuesta, yo te doy” y vi su cara con una marcada preocupación. Como aquella que nos brinda un amigo o familiar cuando nos quiere ayudar en un problema. Sonreí y lancé una risa corta pero sonora; “en serio, si no tienes, yo te presto” y la amé más. “No, Gina, no te preocupes, no vamos a perder. Además es broma, sí tenemos. No te preocupes, amor…” y sus ojos se sorprendieron, y después los míos. Había soltado esa expresión sin querer. A lado de nosotros había pájaros en el alambre. Había amigos parados frente a nosotros. Nos quedamos viéndonos el uno al otro, con ojos sorprendidos. No queríamos voltear a ver a nuestro alrededor. No queríamos ver la cara de sorpresa de los chismosos que nos pudieron escuchar. Tomé valor y volteé rápido, y noté que no había nadie. Gina me seguía viendo con esos ojos. Volví a dar un escaneo y noté que todos estaban hablando por su parte y no habían escuchado esa expresión que nos delataba. Me acerqué a su rostro y le dije “No nos escuchó nadie”. Ella parpadeó y volteó con sutileza a su izquierda. Vio que nadie la había escuchado y se soltó. Nos reímos. Y eso me dio tiempo en razonar en lo que había dicho. Nunca pensé en decirle “Amor” a Gina. “Jamás de los Jamases” diría mi hermanita. Me sorprendió mi reacción. Quizá su origen es por las ganas de tenerla para mí, de ser pareja de esa mujer que tanto me hacía sentir. Fue como “una reacción de amarre” diría mi Tío Carlos.


“No hay de qué preocuparse…Amorcito” me dijo y nos reímos. Nadie nos podía escuchar. “¿Quieres que te acompañe a la cancha?” me dijo con una sonrisa, yo le contesté “No creo que puedas, te vienen a buscar ¿no?” le dije, ya que su novio Xavier la iba a buscar para llevarla a su casa. Y ella cambió su risa en una pequeña seriedad. “A las gradas” me dijo y yo “¿hoy no te viene a buscar?” dije con una risa forzada. No podía entender el porqué de su cambio de expresión. “A las gradas…” y se agarró rápido su pecho izquierdo. No entendí, hasta que ella movía la cabeza de abajo hacia arriba, como cuando los papás les toman el dictado a sus hijos y quisieran sacarle la respuesta. “¡Ahhh!, ya entendí. Jaja, perdón” y ella sonrió con un poco de hastío. “¿Ya te olvidaste rápido?” me dijo un poco ofuscada, “¡no, no, no, no, no, no! ¿cómo crees? No, jamás. Es que soy un idiota que no agarra las bromas. Perdóname.” “Ok.” Me dijo, pero notaba que se sentía un poco ofendida. “Perdóname, Gina, en serio. No agarré la broma”. No sé porque, pero siempre he sentido que cuando uno dice “Lo siento”, en vez causar cierta lástima, las mujeres lo toman como una oportunidad para molestarse más. Estoy seguro que si no me hubiera disculpado de forma tan vehemente, no le hubiera causado su primera molestia. Que tampoco fue para tanto.


Después de haberle dicho que “Lo siento” ella miró hacia al frente. Sentí morirme. Era la primera vez que me mostraba ese monstruoso sentimiento que era la molestia. Era la primera vez que notaba su rostro volverse serio, fruncido. Era una cara dirigida a mi persona. Me sentí como un gato dentro de una caja enorme del cual no puede salir. “Perdóname, por favor”, era patético, pero no tenía conciencia sobre mis actos. Hoy me veo de lejos y me doy lástima. Pero en ese momento buscaba la forma para que eliminara todo rastro de molestia que me hiriera. No sabía qué hacer. Estaba desesperado y no lo podía demostrar tal cual, pues todos me verían y sospecharían. Era como el mismo gato, dentro de una caja y que sabe que afuera de la caja hay hombres que esperan a que salga para matarlo a palos.


Qué podía hacer, sentía que a cada momento, mi corazón se apachurraba. Sentía como si el amor que ella me tenía, como si aquel “Yo también, Alex” se desinflara cual globo. Me sentí en peligro de extinción. Suena absurdo, pero esas palabras son las que me describían. Así que agarré mi libreta, la abrí por detrás y le escribí “Lo siento, amor. Te amo y no quiero que se devalúe nuestro amor. Necesito que me veas y me sonrías, te necesito para estar centrado” fueron unas pequeñas palabras que no tenían ningún valor estético. Eran palabras sinceras. Pero al dárselas y leerlas, sus ojos se tornaron cariñosos. “¿En serio me necesitas?”, me preguntó, “Siempre” le contesté; “Yo también te necesito” me dijo en el mismo tono de susurro que las demás frases que nos habíamos dado, y agarró mi mano. Tiempo después, me dijo que fueron algunas palabras las que le habían conmovido “Devalúe”, “Nuestro amor” seguido, y “centrado”; al preguntarle el porqué de esas palabras tan antiestéticas me dijo “es que son peculiares. Diferentes a las que me han dicho. Y son honestas. Son iguales a ti”. Me sentí desprotegido cuando me lo confesó.


“Te voy a acompañar un rato” me dijo cuando acomodamos nuestras cosas para salir del salón. “¡Vamos a la cancha!” me dijo Manuel. “Ahorita te alcanzo” le dije y me vio y vio a Gina, y después, sonrió, “Ok. Ahí te veo.” Seguramente sospecha, pensé. Ya me preguntará luego, volví a pensar. “¿¡En serio!?” recordé lo que me había dicho Gina, “Claro, es temprano y Xavier pasa media hora después de que salimos. Así te echo porras. Y te doy un besito si necesitas fuerzas”. “Esta vez, me dejaré ganar para tener ese beso” le dije, “Síííííííií. Cómo no” me respondió con una expresión irónica exagerada.


Bajamos las escaleras mientras jugábamos con nuestras manos, pues yo quería bajar tomados de la mano, y ella se rehusaba. Era un juego y nos reíamos, pues sabíamos que no podíamos hacer esa osadía. Era una osadía para nosotros y nos burlábamos de ello.


Llegamos a la cancha y ya me estaban esperando “Coño, cómo tardas” me gritó Cristian apenas me vio doblar. “Es que se me atoró el bulto” y Gina y yo reímos por lo morboso que sonó esa expresión. “Ven ya, carajo, que sólo tú faltas”, me dijo y yo me quité el bulto y Gina lo tomó “yo lo llevo. Tú córrele…suerte” escuché a Gina decirme bajito mientras corría hacia la cancha. Volteé y le mandé un beso, sin que nadie me viera. Me sentí como en una película romántica.


Entré a la cancha y ya estaba Manuel en el centro, con el balón de futbol en posición de saque. Me lo pasó y yo se lo dí a Cristian. No pude meterme de lleno porque estaba viendo dónde se sentaba Gina.


El balón me llegó y yo quise dar un pase largo, pero salió muy fuerte y se fue de la cancha. Era una pequeña pifia y me sentí comprometido a demostrarle a mi amada de lo que estoy hecho. Desde ese momento, sentí una obligación. Sentí que estaba a prueba. Sonreí cuando recordé que algunos animales demuestran sus habilidades y su fiereza, para conseguir a su hembra. Era un animal dispuesto a llevarme a Gina como premio.


En un momento, sentí que podía hacer una jugada que sorprendiera a Gina, que en su vida había visto un partido de Futbol. Eso me facilitaba las cosas, porque cada jugada correcta sería una calificación sobrevalorada. Me llegó el balón por el lado derecho. Estaba a tres metros de media cancha; “El perro”, alumno del “A”, salió con la afrenta de quitarme el balón. Cristian me gritó un pase flotado, que aunque era mucho más chaparro que los demás, tenía un resorte impresionante. De verdad impresionante. Así que amagué un centro. Sabía que “Perro” no tenía una pierna izquierda tan fuerte, y descuidaba ese lado. Así que hice como si le pateara a la pelota para meter el centro, pero mi pierna siguió el trayecto de una patada, pero sin rozar el balón. “El perro” se movió a su derecha, pero luego notó que fue una finta y volvió a su postura original, pero era demasiado tarde. Al regresar mi pierna izquierda a su posición original, me puse de lado derecho, como si quisiera pasar por un pasillo estrecho, y rápido, con el talón de la misma pierna izquierda, golpee el balón y pasó por la parte izquierda de “Perro”. Yo arranqué a correr y me lo quité en un segundo. De pronto, Lalo, el más hábil del grupo “A”, salió y me enfrentó. El balón estaba un poco adelantado, cerca de él, y parecía que yo llegaría muy apretado, y por ende, Lalo, me taponaría el balón. Aceleré más, llegué al balón, y como saben que soy zurdísimo, hice la finta de “quebrar” a mi izquierda, pero fue un amague y me pasé el balón a la derecha, eso me dejó espacio para intentar un disparo a la portería. Pero mi derecha no tiene tanta fuerza como la zurda, así que le pegué con todo el rencor que pudiera tener, y salió un disparo violentísimo, que “Cejón”, el portero, no pudo detener. Fue uno de mis pocos goles que hice con la derecha. Fue un gol con causa, que era el de incrementar el amor que me tenía Gina. Vi hacia las gradas y noté que me aplaudía con una sonrisa bellísima que me cegó del partido. Era el 3-1 que nos daba una ventaja algo holgada.


Las reglas eran las siguientes. Eran dos retas, el primero que llegara a 5 goles, ganaba una reta. Pero la ventaja tenía que ser de dos goles, es por eso que si el partido llegaba a un empate de 4-4, el equipo tenía que meter dos más sin recibir ningún gol, y terminar 6-4, y si el otro metía el quinto gol (5-5) subía a 7. Se tenía que ganar con 2 goles de diferencia. Si ambos equipos ganaban una reta respectivamente, se tomaba la diferencia de goles, es decir, si mi grupo ganaba 5-1 y perdía la otra 5-3, mi equipo ganaba porque el total sería 8-6. Si se persistía el empate, incluso en la suma de goles, se hacía otra reta de desempate.


Íbamos ganando 3-1, y yo había metido un gol. El ver a Gina ahí observándome, me obligaba a ser mejor en la cancha. De pronto, tuve una oportunidad y metí un disparo de izquierda, fuerte, cruzado, y le dí la ventaja a mi equipo de 4-1 “Ya tenemos los refrescos. Vamos por las tapitas” dijo Manuel a todos, como burlándose del “A”. “Es chance” recriminó Lalo, “hay va lo bueno. ¿Con esa ventaja les da? Porque ahora va en serio” nos dijo en tono de broma, y reímos. Pero al sacar, se llevó a tres de nosotros, incluyéndome, y colocó el balón en el ángulo superior derecho de nuestra portería. Fue una jugada veloz, con un gol bonito, que me bajó de esa nube espesa en la que estaba. 4-2, y peligraba la apuesta.


Le dije a Cristian al oído “ahorita me pasas el balón y corres a la portería. Voy ha hacer como que espero a que me presionen, y cuando se acerquen, te tiro un centro largo ¿ok?”, me vio y rió “Sale”. Cristian era, por mucho, el mejor jugador que teníamos. Yo no era más que un simple jugador cumplidor, pero ese día estaba inspirado. Me dio el balón y corrió. El equipo contrario se quedó a la expectativa, pues el movimiento de Cristian, los alertaba. Yo retuve el balón. Sólo caminé un poco. Sergio me pedía la pelota a mi izquierda. Yo volteé pero no le di la pelota. “Paxush” me presionó, y se acercó para quitarme el balón. Yo no me moví. Cuando vi un espacio, le tiré un centro a Cristian. Era un poco alto, pero con buena dirección. Cristian pegó un salto y la cabeceó. “Cejón” ni se movió y el balón entró.


“¡Aguevo!” gritó Manuel. Era la primera reta. Faltaba la segunda y definitiva. Nos fuimos a las gradas a descansar un poco. Estaba completamente sudado. Subí hasta donde estaba Gina, que me aplaudía contenta. “Voy a buscar papel para secarme” dije a mis amigos para que no sospecharan de nosotros. “Bien jugado” me dijo Gina. “Gracias” le dije “¡Quieres agua!” me gritó Cristian. “Sí, tráeme una, please”, “¿no quieres algo?” le pregunté a Gina, “No. Estuviste muy bien. Sí que sabes jugar.” me dijo. “No, fue suerte” mostrando humildad ante mi limitada habilidad para el fútbol. “Oye, alex, ya me tengo que ir. Ya debe estar Xavier en la entrada.” Me dijo y yo asentí con un pequeño pesar. “Ok. Nos vemos mañana ¿sale?”, le dije. “Sí, pero ¿no me vas a dar un beso de despedida?” me dijo bajito. “Pero nos van a ver” le dije. “Pero aquí no, tonto. En las escaleras”. Y nos fuimos. “Ahorita vengo, voy al baño” les dije a mis amigos, que ni me escucharon. Llegamos a las escaleras y ya estaba algo oscuro. Eran las 8 pm y no había nadie en los salones. “Estoy sudado y apestoso” le dije “te voy a embarrar mi sudor y mi olor”. “Eso estaría muy rico” me dijo y me abrazó. Me sentí incomodo, porque sabía que ella podría sentir que apestaba. “Me gusta como hueles. Tu sudor con el perfume que te pones me vuelve loca. Me excita mucho.” Y su voz se tornó más sensual. Pude notar, con la poca claridad que me daba una barra de luz del baño, esa cara felina que adquiría cada vez que me hablaba de forma sensual. Me encantaba esa expresión. “Pero te puede oler Xavier”, le dije; “Me vale verga. Que se joda” me contestó. Esas palabras, que para cualquier mujer les parecerían sucias y groseras, era una expresión que le daba cierta sexualidad a la voz de Gina. La besé y la abracé. Ella se dejó abrazar. Estábamos en un rincón de la escalera. Ella estaba apoyada a la pared.


De pronto, sentí su pierna derecha abrazar mi pierna izquierda. Sentí su muslo caliente alrededor de mi cadera. Yo, que estaba agitado, me sentía sin aliento. Sentí que podía morir en ese beso si no tenía algo de aire. Qué mejor manera de morir, pensé. Era lo ideal. Podía oír mi corazón latir, por lo agitado del partido y lo agitado de ese momento. Pegué mi pecho al suyo. Sentí sus senos. Puse mi mano en su cintura. Ella clavó sus dedos en mi cabello. Sentí cómo tenía mojada esa parte de mi nuca. Sentí cómo sus dedos se mojaban de sudor, de mi sudor. Ella quiso besarme el cuello pero yo me alejé un poco, era suficiente. Estaba sudado, sucio, no podía dejar que ella se topara con esa parte, en ese momento. “¿No quieres que te bese?” Me preguntó en tono suave. “No, sí, pero estoy muy sudado y sucio”, “ Te quitaría todo el sudor con mi lengua” y oí cómo sonrió bajito. “No, yo no permitiría eso” le dije. Ella estaba en mi cuello, y yo en su cien. La tomé y la puse de frente a mí, en la penumbra y la besé. Me mordió los labios y yo la lamí. Ella me lamió y lanzó un gemido como un susurro. “Te amo mucho Gina”. “¿mmm?” no me había escuchado. “Te amo mucho” dije un poco más fuerte. “Yo también, Alex. Te amo mucho”.


“Ya es tarde” le dije después de que nos alejamos un poco. “Sí” me dijo “podríamos pasarnos toda la noche besándonos” volvió a decirme mientras se acomodaba la falda-pantalón. “Bueno, amorcito, nos vemos”, me dijo con una sonrisita, mientras bajábamos. “Nos vemos amor” le dije. “Hoy sí que hemos tenido mucho ¿no?” me dijo, y recordé cuán larga me pareció esa tarde. “Vaya que sí” le contesté. “Y pensar que así serán todas las tardes” me dijo contenta. “Sí” contesté contento. Volteó a los lados y me dio un beso fugaz, que no me dio tiempo de reaccionar “Nos vemos, futbolista” y se fue corriendo a la entrada de la preparatoria. Desapareció en un recorte hacia la derecha. No vi a Xavier y me alegré por eso. Era un día que no tenía que acabar mal.


Regresé a la cancha. Jugué bien, metí un gol y ganamos 6-4.




DON PERRO EN MAD!!!!


Como ya todos saben, Don perro ya está en Mad!! Así que tienen que comprarla. Es una obligación, si se dicen fans.


Yo, por su puesto, salí desde temprano para comprar mi Mad, y leer a Don perro. Y más que ya se lanza como candidato.


Pero como este evento (leer por primera vez a Don perro en una revista como Mad) es uno de esos momentos que no debemos dejar de pasar, me vi en la total necesidad de grabarles las peripecias de este humilde fan.


Espero que les guste este pequeño video, donde les presentamos la revista en donde empieza sus pininos, a nivel nacional, uno de nuestros más queridos amigos. Enjoy it!



http://mx.youtube.com/watch?v=P6N0WXITuhE

miércoles, 21 de enero de 2009

Lo que nos deja el pasado por el Futuro


Este post se lo debo a Flor, quien contribuyó (totalmente) para mostrales un pasado turbio y candente de una de las esotéricas más famosas de México.


Debido al escrito de nuestra amiga Flor, que está de más decir que es un estupendo escrito que podrán encontrar en el Novedades de Campeche de hoy, dimos (dio ella) con un pasado de esta sexy (por si las dudas, a mí no me parece tal, vamos , podrá ser sexy pero no cogible) esotérica, que nos da los por menores de nuestro futuro, gracias a la lectura de los astros y administrándolo en los signos zodiacales.

He de admitir, que en mi adolescencia, mientras estudiaba en la tarde y pensando en Gina, tenía una extraña aversión, de levantarme temprano para oír mi signo zodiacal en hoy: Mizada salía hablando fuerte y con enjundia, diciendo lo que nos deparaba. Yo sólo me levantaba para ver mi signo y me dormía después. Siempre tenía el tino de encender la tele cuando llegaba a Acuario, y cuando pasaba por el deseado piscis, se despedía dándole de comer a un perico y búho, no recuerdo bien.

Si me preguntan si soy fan de los signos zodiacales, les diría que sólo de los caballeros del zodiaco, pero que no creía en esas blasfemias astrológicas, aunque me pasa exactamente lo que Flor dice, hay cierta atracción por aquellos esotéricos que decían los signos, a sabiendas de que son patrañas pero ellos mismo quieren engañarse que provocan cierta reacción en el televidente.

Bueno, pues como decía, Mizada tiene un pasado que ha querido evadir con sus visiones del futuro; pero nosotros, que somos unos críticos agudos e historiadores, tenemos la dicha de "sonsacar" sus tropezones. He aquí el video(No tiene embed, así que les puse el URL, Sorry pero hay culeros que no quieren compartir):

http://www.youtube.com/watch?v=Dh9he5E52co


¡¡¡Bronco, Mizada y Bronco!!! ¿Lo pueden creer? Vean la cara y sus anillos típicos de la de rasgos árabes, a lado de Ramiro de Bronco. Hubiera estado chido una animación de ese video como la de El Sheriff de Chocolate, el Carretón, o Los castigados (Hay mis amigos que creen que pasó, la maestra de la escuela...)

Lo más chingón son las escenas de cama. Ramiro se reventó a Mizada!!! y más la mujer en discordia, esa la de pelo cortito que le hace ojitos a Ramiro. ¡¡Y el pelo de Lupe!! . Parece salido de Apocalipto. Un pequeño detalle ¿no creen que Ramiro se parece a Enrique Burack??



Yes!!

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jueves, 15 de enero de 2009

Para qué están los que nos rodean si no para...


Cuando vas por la vida y descubres otras fijaciones, adicciónes y atracciones, no dejas de sentirte más humano. Pero ese sentimiento se ve reforzado profundamente, cuando descubres que tus amigos llevar el mismo gusto. Y qué son los amigos si no para experimentar esto:


http://www.youtube.com/watch?v=4ian30uTF6k


Y uno encuentra en los amigos la oportunidad de hacer aquellos movimientos luchísticos que las mismas luchas te aconsejan no imitar. Pero los amigos son tan nobles y bondadosos, que te permiten hacer aquellas piruetas mortales de tus recientes héroes del pancracio:


http://www.youtube.com/watch?v=_VPJFlLQiss


Somos lo que queremos ser, y nuestros amigos lo entienden, porque también son un manojo de lo que quieren ser. Y qué mejor cuando las bases, las medidas son las mismas:


http://www.youtube.com/watch?v=sx-cNz-Ut3Q


Es inconcebible tal armonía y hermandad. El peligro nos hace más cercanos. Pero son los hermanos con quien nos hacemos cómplices de cosas que nos parecen más penosas y que no nos atrevemos hacer con nuestros amigos. Nuestros hermanos, son, además de compañeros de sangre, son sangre de nuestras compañías:


http://www.youtube.com/watch?v=yXfMck-8B2U


Pero para qué están las hermanitas, si no para ser la ternura y volvernos más comprensivos. Ellas son nuestras alumnas, nos ven con admiración, porque saben que de nosotros, tendrán sabiduría y consejos que le ayudarán en su vida:


http://www.youtube.com/watch?v=r3g0zSjNjFU


Pero son las novias, aquellas mujeres que nos alientan, las que nos completan, las que nos hacen sentir parte de este drama llamado vida. Para qué son las novias, si no para darnos el apoyo, el sustento necesario para llevar a cabo nuestros sueños, nuestros anhelos. Y para cumplir esas llaves que no podemos ejecutar con nuestro amigos y hermanos, ya que pesan más. Por esos uno se consigue novias ligeras, pequeñas, para poder llevar acabo nuestros más ambiciosos movimientos:

http://www.youtube.com/watch?v=qrZZ1TasE48


Uno va por la vida encontrando su media naranja, pero las dificultades se agudizan, pues tienen que ser perfectas para nosotros, con el peso y la estatura suficiente para que podamos aguantarlas en un finisher. Es como lo que sería el baile para ellas, pues ellas prefieren a los que mejor bailan porque se cree que los que bailan bien son sobresalientes en la cama. Las que mejor se acoplen para hacerle un finisher, son las que mejor se acoplarían a nuestros momentos de intimidad. Un tombstone o un pedigree bien ejecutado es lo que diferencia una mujer de otra:


http://www.youtube.com/watch?v=quRnoBc19V0




miércoles, 14 de enero de 2009

Y los vocalistas ganadores son...


Robert Plant empieza bien el año. Primero, que sigue vivo ese viejito chingón; segundo, que fue honrado con el título de “Comandante del Imperio Británico” y tercero, con menos importancia que las dos primeras, pero que sonó más que las otras, fue elegido como el mejor vocalista de todos los tiempos por los fans de Planet Rock.


No sé si estar seguro del primer lugar, (Creo estar de acuerdo), pero me gustaba más ese primer lugar en manos del jotito Freddie Mercury. Pero no me quejo, ya que quedó en segundo lugar.


Los fans votaron y así quedó la lista de 20:

  1. Robert Plant (Led Zeppelin)
    Es imposible encontrar un video donde toquen esta genial canción.Una canción que se hizo mito, y después, leyenda. Un lujo que todo grupo quisiera darse para tocar en vivo. ¿Cómo ser épico, siendo breve? esta es la respuesta.todo lo contrario al Ulisses de James Joyce.

    http://www.youtube.com/watch?v=nxaFPWreoR0
    2. Freddie Mercury (Queen)
    Está canción es la única para describir lo que hizo Queen. Una brillante canción, con una letra formidable. Jamás igualada.

    http://www.youtube.com/watch?v=irp8CNj9qBI
    3. Paul Rodgers (Free/Bad Company)
    Uno de los prepulsores del sonido británico que devoraría al mundo, añitos más tarde. Esta canción fue exacta, tanto en su tiempo para darle el empujón a la inovación de la música, del rock, como en su contenido deshinibido. Marcó escuela este cantante. Es como el caballo negro de todas las listas de vocalistas. Esta canción fue/es como un himno a los inicios del rock.

    http://www.youtube.com/watch?v=htuxb-m4-ng

    4. Ian Gillan (Deep Purple)
    Qué hubiera sido de Led Zeppelin y del resto del rock, sin Deep purple. Uno de los grandes sellos de esta banda es este genial y portentoso vocalista. Mejor canción para demostrar esa voz y manejo de los ritmos de la canción no podría haber.

    http://www.youtube.com/watch?v=H7ejXw_s38g

    5. Roger Daltrey (The Who)
    ¿Alguien tiene algo encontra de que Daltrey esté en esta lista?Yo creo que no. Este genial vocalista aportó una personalidad, una profundidad al vocalista de un grupo de rock. Así que aquellos que adoren a Oasis, porque creen que son pedantes porque son originales, Daltrey se los coge sin saliva. Un gran video, de la presentación de la banda, la última en un programa de variedades de estados unidos.

    http://www.youtube.com/watch?v=ijRh-Qpv2gM

    6. David Coverdale (Whitesnake)
    7. Axl Rose (Guns N' Roses)
    8. Bruce Dickinson (Iron Maiden)
    9. Mick Jagger (The Rolling Stones)
    10. Bon Scott (AC/DC)
    11. David Bowie
    12. Jon Bon Jovi (Bon Jovi)
    13. Steven Tyler (Aerosmith)
    14. Jon Anderson (Yes)
    15. Bruce Springsteen
    16. Joe Cocker
    17. Ozzy Osbourne (Black Sabbath)
    18. Bono (U2)
    19. Peter Gabriel
    20. James Hetfield (Metallica)

Uno pensaría que hay personajes que no deberían estar ahí, como Axl Rose y Bon Jovi. Yo los sacaría inmediatamente de esos lugares, pues están robando lugares. Hetfield también estaría robando algo ¿no?. Pero bueno, eso pasa cuando lo dejas a la bendición y “sabiduría” de los fans. Porque hay una contradicción en eso, ya que los que votan son fans, amantes de la música, que pueden dar su opinión objetiva (según ellos) de los vocalistas, pero también lo dejan a la intemperie de personas fanáticas de los personajes o bandas y llegan a poner adefesios totalmente incomprendidos en la lista.


Quiero creer que Axl Rose y compañía están ahí por sus logros y aportaciones a la música (Por lo menos no pusieron a Kurt Cobain). Quiero ser magnánimo, y me aviento al acuerdo de la lista. ¿Ustedes qué dicen?



Pornos que nos gustarían

Ufff. ¡Qué piernas!!

Hoy me la voy en la fantasía. A cabo de ver el nuevo video de Nikki Klan (Las curvas de esa chica), y no piensen que me gusta su música, todo lo contrario, pero es que la vocalista, Yadira Gianola, me vuelve loco. Esas piernas son bellísimas. Cómo me vuelven loco esas piernas. Vean el video.


http://es.youtube.com/watch?v=BbUkVRd__ug


Verdad que está buenísima? Y esa carita, bellísima, con esos ojotes verdones. Qué bárbaro! Me vuelve loco. Está para un cumshot ¿a poco no? Entonces supe que estuvo posando para Maxim, Chequen.


Muy atrevida.



Qué foto!! Esta es mi preferida.



No, no, no, eso pinta mal para la salud de mi cerebro.


Entonces me dejé llevar por la fiebre de mi mente. Y quise que playboy, o H EXXXTREMO soltara billetes para verla en peluches. Por el bien de la estética. Pero como siempre estoy un paso adelante, pensé que eso de encuerar a actrices para revistas ya está muy arcaico. Eso fue un boom en E.U. por ahí de los 50´s, pero ahora ya no.


Qué piernas!!!!


Lo nuevo sería que le soltaran una lana por protagonizar un a película Porno. Eso está “in” hoy en día. Y eso que nos estamos rezagando, aunque tengamos los mejores videos amateurs de luminarias. Y que la película se llamara Nikki Klan´s singer, with a dick like a mic o Don´t tell me no: a hardcore dick to a lazy pussy (siempre me han gustado los títulos largos en las películas porno). Y si no se anima a una película, por lo menos a una escena. O no. Sugeriría que se pusiera un shortcito de mezclilla y una blusa negra, sin mangas, y por obligación, unas medias con aros azul y verde, como un video que subí la otra vez. Eso estaría poca madre. El video sería de 35 minutos, en donde 15 minutos se la pasaría mamando pinga, para resaltar esos ojitos pispiretos y hermosos, con esa boca amplia y sexy. Otros 10 minutos en una mamada de pepa, porque de seguro la ha de tener bonita, cerradita y no muy “hairy”. Después vendría el plato fuerte, la escena reina, que sería una clavada de 10 minutos ¡no! Sería muy poco, mejor le rebajaría 5 minutos a la mamada de pito y se la pondría a la cogida, para así tener 15 minutos de acción.


Que empiece con una Doggy style. Casi no me prende esa posición, por eso la pongo primero. Que sean 4 minutos así. Unas nalgadas repentinas caerían bien y una jugueteada de tetas. Luego, que venga la posición de patitas al hombro. Enfocaría atrás, para ver cómo se la meten. Después enfocaría su rostro para captar el momento del penetre. El ritmo iría de menor a mayor. Que vaya suave primero, porque Yadirita despide ternura; después se incrementaría el movimiento, en unas estocadas furiosas, briosas. Porque su ternura está impregnada, también, de una sensualidad y sexualidad contundente. Esa posición sería de 6 minutos.


Depués vendría la mejor parte: Yadira´s riding. Esa posición es obligada para Yadira. El enfoque sería a su espalda, para que viéramos su espalda y sus nalgas (¡qué nalgas!). Algo fundamental en la escena, es que ella se introduzca el miembro en su Queso. Esa es la parte esencial de la escena. Que lo haga despacio, aunque ya esté lubricada correctamente, porque lo importante es resaltar su delicadeza, pero también, su determinación. Por eso ella se mete la verdura. Empezaría a, digamos, cabalgar, despacio. Para después desembocar en un ritmo vertiginoso. El actor (que me encantaría ser yo, y muchos más, supongo) le daría ciertas nalgadas. Pero en tiempos diferentes, para que parezcan naturales. Y después de estar en el clímax, es primordial, que ella me acaricie, digo, acaricie los testículos del actor, con sus manos tiernas. Para darle cierto cariño a la escena.


Después de 8 minutos (perdón, ya aumenté otros tres, pero son justificados. Son como las canciones que pide la gente cuando se va la banda), ella se baja y espera el final feliz. Una chorreada en la carita dulce de Yadirita. ,y ella sonriendo, sin ver a la cámara. Y terminaría con un desvanecimiento.


A poco no estaría chida la escena. Ojala y estuviéramos en una dimensión donde hacer porno, fuera lo más normal. Bueno, ya casi lo es, pero la maldita moral nos estropea la fantasía, al saber que la realidad está muy lejana.


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