Bueno, para no abrumarlos con un escrito grande (porque sé que son unos guevones para leer) y para hacérmela más fácil, voy a darles entregas de esta gran banda. Así que, a darle átomos!
Un Frappe de Oro
Hay veces que uno quiere destrozarse más de lo que ya está destrozado. Hay veces que uno quiere tocar esa herida reciente. Hay veces que uno le da más depresión y melancolía a su atormentado cuerpo, porque su misma humanidad así se lo pide. Nos puede sonar gracioso o contradictorio, pero es, tal vez, una forma de sentirnos vivos, de sentirnos más humanos.
Goldfrapp es un golpe certero a la humanidad de uno. Cada canción, es una pequeña obra que va dirigida para derrumbarte. Te hará bailar cuando quiera que bailes, te hará sufrir, cuando quiera que sufras, te hará recordar lo que quieren que recuerdes. Eso, señores míos, es algo que muy pocas bandas pueden hacer: hacerte sentir.
La historia de los discos de Goldfrapp, serían mejor explicados por el principio de Hegel. Pareciera que esta banda quiso hacer todo lo contrario a su trabajo anterior. Pareciera que buscaran la contradicción de sus discos para llegar a su esencia.
Felt Mountain, su primer Ep, fue un disco con muy buenas críticas. Y no es para menos. Es un disco con dotes depresivas y con letras sumamente profundas. Es un disco que invita a la reflexión de una manera que nadie se atrevería a rechazar. Se adentra con canciones llenas de una decadencia y tristeza, que dejan trastornado al escucha. Esos sonidos de guitarras languideciendo, como si fuera un llanto permanente, y ese ambiente de cabaret antiguo, hacen que sientas estar en un burdel vacío, con miles de fotos, en medio de un holocausto. Felt Mountain es sumamente profundo, y lo más importante, es que cuando uno desglosa el disco, encuentra que son variados los ritmos, y todo se amalgama perfectamente para dar esa ambientación deprimente (“Human” es una bella canción que tiene tonos de mambo).
Existen patrones que hacen que ese sentimiento de decadencia y melancolía sigan a lo largo del disco. Pero los elementos de cada canción, nos hacen admirarlos como joyas infernales incrustadas en esa cueva dantesca. “Utopia” tiene una letra descomunal que desborda, y esa voz de soprano que acompaña a la voz de Alison, pareciera como si admiráramos la grandeza y la maravilla de un alud que está por caernos en cámara lenta.
Utopia:
Why cant this be killing you / Frankenstein would want your mind / Your lovely head…
Lovely head fue el primer sencillo del álbum y fue la que abrió esa caja de Pandora. Esa música, esa letra tan oscura, tan amarga, con esa imagen de Frankenstein. Uno nunca olvidará eso que sintió por primera vez cuando la escucha. Empieza con un silbidito, y nos recuerda a Kill bill, pero después viene el ensimismamiento. Empieza en mi estómago, y entonces sube a mi corazón… no es sólo una descripción de algo extraño que nos es ajeno, es, también, el recorrido de la canción por nuestro cuerpo. Parece romántico y absurdo pero no por eso falso. Lo que sobresale es ese sonido tan lánguido de guitarra eléctrica, que en realidad es un violín eléctrico. Hay melancolía en la canción, es una explosión interna, como un torpedo estallando dentro del mar.
Lovely Head:
No Time to fuck / But you like the rush…
Paper bag es otra canción estupenda, grandiosa. Suena triste, llena de melancolía y de intriga. Los bandolines de fondo son una base que permite a los violines escarbar y dejarnos entrar ese aire viciado de tristeza. Es como si nos despedazara poco a poco. Esta canción nos trata como unos miserables leprosos que con sus pedazos, recuerdan cómo eran. La letra es profunda. Es poética y abusa de nosotros. Nos deja sin aliento.
I'm inside / your mouth / sucking the sun / baboons and birds / with the weight / of you dear / I forgot
Qué podemos decir ante esto, es poesía pura. Es pólvora fina que se nos cuela en las rendijas de nuestra nariz. Sucking the sun / baboons and birds es más de lo que podría pedir.
Paper Bag:
Pero antes de seguir con sus discos, hay que mencionar a los integrantes de la banda, que en realidad es un dúo inglés.
La única mujer que Madonna quisiera ser.
Alison Goldfrapp y Will Gregory se unieron en 1999 para darle forma a este proyecto, y lo llamaron Goldfrapp, tomando el apellido de Alison.
Alison Goldfrapp, fue una estudiante de artes. Su línea era las imágenes y lo sonoro. Uno de sus trabajos llegó a manos de Gregory, y pronto la contactó (yo hubiera hecho lo mismo). Él dice que había algo en su voz que lo inquietaba, sonaba sedoso, plateado, algo que no podía dejar su cabeza. Después, mucho después, el mote de sirena no era algo de la casualidad. Sirena plateada para ser más exáctos.
Alison no sólo tenía una voz envolvente, también una personalidad sobria, llena de frivolidad, que llega parecer un hermoso milagro verla reír. Desde un inicio, Alison manejó una estética en su look. Era algo ecléctica. A veces se le ve con el pelo ondulado; otras veces lacio, y otras corto, y cuando uno da cuenta de su personalidad y ve para atrás, llega a notar que Madonna adopta cada look de Alison. Y no es para menos, Madonna es fan consumada de la banda. Incluso hay fotos de Madonna con Goldfrapp, además de que la reina del pop ha declarado que le cuecen las habas por hacer dúo con esta banda que tanto admira
Como dato anecdótico, Madonna declaró que Goldfrapp le sirvió mucho de inspiración para su disco Dance Confessions on a Dance Floor.
Échale una escuchada a Felt Mountain:
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