martes, 6 de mayo de 2008

Súper exclusiva!!!!!

Estamos de pláceles ya que tenemos una exclusiva, una noticia exclusiva de “Los viajes de Wilberth”. Seguro seremos la fuente más recurrida, porque nadie más tiene esta noticia, y si alguien la tiene, que chinge a su madre.

Bueno, pues la noticia es: Prostis en la caseta de la autopista Campeche-Champotón. Sí, señora esposa de un caminero, así como lo oye.

La semana pasada me fui a Champotón con mi señor padre, en un vocho, y como me ocurrió en la carretera, pero de Mérida, en compañía del Rodro y el Lalo( rockea el nombre con los artículos) nuestro vochito (era el del Lalo, no el mismo que el mío) se paró en la caseta. Bueno, pues la marga suerte me hizo compañía y cruzando la caseta, se nos paró el carro. Y pues era de noche y en ese momento, no veíamos de donde venía el pedo. Según mi sabiduría en mecánica, el problema provenía de la batería. Y pues pedimos ayuda a los grandes auxiliares de la caseta.

Pronto supimos que la grúa no nos podía llevar hasta Champotón, ya que sólo sirve para acercar carros a la caseta. Y pues nos propuso que nos pasaría corriente (sin albur), pero no sirvió de nada, ya que se descargaba al instante. En ese momento, pasó una grúa, le pedimos que nos diera servicio, pero nos contestó que estaba dando uno, pero que llamaría a otra grúa por su radio. Lo hizo y nos dijo que en media hora venía a nuestro auxilio. Yo decidí pasarme al otro lado, por donde venían los de Champotón, pues la grúa era vendría de ahí, así que emprendí para curzar la cerca de división, y al acercarme al final para dar la vuelta, vi que había dos personas que no se alcanzaban a distinguir. No le tomé importancia. En la zona de descanso se aglutinaban los traileres para tomar una siesta, para así continuar su rumbo. Habían muchos parientes de Optimus prime, y de todos las empresas, así como Bachoco, Gas peninsular, y otras que no tenían logos. Las dos personas me veían con extrañeza y cuchicheaban algo. Al pasar delante de ellas (porque eran mujeres) me sorprendieron con: “¿Qué buscas guapo?”. Ante el desconcierto, no por el piropo, sino por la señora cincuentona y de abdomen prominente que la ejecutaba, no supe que decir; sólo balbuceé algo como “Espero Grúa del otro lado”. Llegué al destino a esperar paciente a la grúa. Y mientras esperaba, noté que los traileres estaban cerrados, y no habiendo nadie que pudiera ser un sospechoso conductor, afirmé que estaban dormidos en sus recintos motorizados, y lo más seguro, con alguna señora de habilidades amorosas. Noté que las mujeres que me hablaron, me veían con cierta extrañeza. Después caí en cuenta de que lo que balbuceé no fue nada satisfactorio para ellas, porque a lo mejor habrían pensado que dije que era del otro lado, y así podría hacerles competencia. Rezé para que no creyeran esto. Al girar mi vista y notar que los camiones estaban en un silencio extraño, al igual que la cantidad de ellos, sentí que todos me veían como un extraño. Me sentí como en “Masacre en texas” donde las víctimas se ven envueltos con personajes locos que los ven con ojos fuera de lo común.


Saqué varias fotos de los trailers que estaban a mi espalda de donde saco esta foto, pero no se veían, salía todo oscuro. Juro comprar una cámara más chingona que la de mi cel. En esta foto estoy esperando la grúa del lado de donde vienen los de Champotón. En donde está los sanitarios, de ahí vino el enano.

Un hombre bajito que la hacía de seguridad se me acercó y me dijo:; “¿Tomando el aire?” Yo le contesté que no y le comenté mi espera. “Ah. ¿Viene con su esposa?” “No. Con mi padre”. En eso pasó una mujer joven y medio guapa, un contraste abismal con las gordas del extremo. “¿Es su hermana o su esposa aquella?”, “No. No la conosco”, “Ah, ok. ¡Ey! ¡Fuiii!¡Oye! ¡¿A dónde vas preciosa?!” Entendí que él sabía la movida. Y me dije que era todo un caballero, al preguntarme si esa mujer era alguna familiar mía, para no cometer alguna falta moral.

Le pregunté sobre las mujeres raras. Y me dijo que sí, que eran putas. Con esas palabras. Entonces, las gordas que me citaron, se acercaron a un tráiler y se subió una de ellas. Mientras que la guapa, se subió a un carro que pasó por ahí. El enano de seguridad se fue para ligar con la de limpieza.

En el largo rato que estuve esperando la grúa, que por cierto nunca llegó, noté que la caseta era todo un recinto para los camioneros y sus necesidades sexuales. Así es, así que si tu padre es un trailero, ya sabes cómo hace su arduo trabajo de camionero.

A mí me sorprendió, no la prostitución, sino los lugares tan inimaginables en donde pueden estar trabajando.

Después de esperar, me fui con la sabiduría, para compartirla con mi padre, y toda bóveda se abrió ante nosotros. Notamos que había muchas mujeres, y que la mayoría eran señoras cincuentonas, pero que rascándole, encuentras joyitas cumshoteras. De hecho, en la entrada del baño, en donde estábamos sentados, vimos que una mujer se subió a una camioneta, y paró frente a nosotros, para que el cliente se bajara a mear. Notamos que la prosti estaba muy bien, vaya usted a saber si no era un travesti. Pero lo que sí sabemos, es que el cliente se fue muy contento, por la sonrisa tan estúpida que tenía, y el arrancón que pegó.

Así que ya saben dónde más buscar, si tan urgidos están. Reflexionando un poco, podría ser que ellas son de Seybaplaya, y que bajan a la caseta, porque ahí está la papa. Desde ahora, siempre que paso por la caseta, siempre checo cuantos camioneros habrá dando de brincos en su trailer. ¡Verga!

3 comentarios:

Metis dijo...

Wilberth, si me lo permite haré la reflexión socioeconómica del tema de su escrito, estoy de acuerdo con usted no sorprende la prostitución, sino los lugares tan insospechados e inimaginables en donde se practica o lleva a cabo, esto sin duda es otro síntoma de que nuestra economía anda mal, muy mal, el poder adquisitivo de nuestra moneda esta por los suelos, aunque las autoridades de este ramo se cansen de repetirnos que no es así, cualquier ama de casa puede desmentirlos, todos sabemos que día a día la “vida” es más cara, y no es difícil imaginar que ante esta situación no pocas tienen que hacer “algo más” para irla llevando, habrá quien lo tenga como un extra y otras como su única fuente de ingreso, y como es lógico cada vez hay más competencia, me atrevo a asegurar que por las razones antes expuestas el llamado “ oficio más antiguo” esta invadiendo las casetas en las autopistas y sabrá Dios en que otros lugares proliferará más adelante.

wilberth herrera dijo...

infinitamente deacuerdo con usted, señora diosa. Imagínese que en un futuro no muy lejano, nos llegen sus propuestas de trabajo, así como los vendedores, de casa en casa. Estaría chido. "Le vengo a ofrecer a usted, por el fabuloso precio de $, una afinación y balanceo para su cuerpo. Tenemos las mejores mamadas y demás cosas a un super precio".
Muchas gracias por opinar mi queridísima.

Anónimo dijo...

Uta del 2008