jueves, 22 de mayo de 2008

La Hora de las señoras

Esto lo escribo para avisar de lo que nos pasa. Sólo hace falta leerlo y reflexionar, pero que no se demore mucho esa reflexión, ya que el tiempo es valioso y más en esta situación.

Todo empezó el jueves 25 de Noviembre de 2004 (pongo así la fecha porque no sé cuando se leerá este aviso), me levanté muy temprano para poder arreglarme y así llegar a tiempo a la Universidad. Metí las libretas que iba a necesitar y me dirigí a tomar el camión. El autobús estaba repleto, como de costumbre, por alumnos de otras facultades y uno que otro amigo. Llegué a la Universidad con la velocidad que podía alcanzar, y me dispuse a conversar con mis amigos de la tarea que se nos marcó la clase anterior.

Antes de continuar me gustaría cavilar con usted.

Todo lo que se nos presenta tiende a pasar al juzgado de nuestra razón. Pero hay cosas que pasan o que pensamos, que no tiene acceso a nuestra credibilidad y por eso saltan al plano de lo absurdo; sin embargo, no continuamos nuestro ejercicio de reflexión acerca de “eso” porque es “absurdo” y no tiene “razón” de ser. Pero si es absurdo, significa que existe. Alguien dijo por allí, “todo lo que se puede imaginar puede existir” y si “puede” debemos tener en cuenta que “hay” algo así. El escepticismo es una corriente que fue desechada desde el momento en que se creó. Todo esto lo escribo, porque a continuación relataré algo que puede escapar a su razón, pero por favor, créanme antes de juzgar.

Como iba diciendo, estaba en la Universidad discutiendo algunos datos de nuestra tarea, cuando de repente me di cuenta de que el dinero de mi uniforme se había quedado en mi otra cartera, y era indispensable que lo pagara ese mismo día. Entonces esperé a que terminara la clase de lingüística, para así regresar a mi casa por el dinero.

La clase terminó a las 9 AM y mientras pedía plazo para pagar mi uniforme, el tiempo se alargó media hora más. Abordé el dichoso urbano con apuro y me senté sin darme cuenta de las miradas que me acosaban. Después de acomodarme y respirar con calma, me di cuenta de algo que me pasmó de momento: el camión estaba repleto de mujeres. Desde el conductor, perdón, conductora hasta la persona que pedía una ayuda en el nombre de un tal Jesús. Todas me veían como si estuviera sacándome un moco. Esas miradas me apenaron, pero el asombro se comía la pena. Había algo raro en esas mujeres, ya que todas eran señoras. Señoras que usan faldas de tela barata hasta las pantorrillas. Señoras con sus bolsas del mercado y con sus labios pintados con exageración. Ellas hablaban entre sí, mientras me veían con indignación y sorpresa. Es difícil de explicar, pero desde ese momento mi perspicacia se afiló tanto como un cuchillo de carnicero.

Después de bajarme del camión, mi conmoción subió aún más cuando me di cuenta que todas las personas que estaban a mi alrededor eran señoras. Todas me veían como si fuera un fenómeno de circo, todas hablaban de mí. El centro estaba completamente lleno de mujeres. Se juntaban en pequeños círculos para habar de mí. Me apuntaban, me miraban con seriedad y se volvían para discernir.

Mi paso era sigiloso y contemplativo, como si estuviera cuidándome de algún león. ¡No lo podía creer, toda la gente eran mujeres! ¡Ni un solo hombre en que descansar mi paranoia!

Llegué por fin a mi casa y al no encontrarme con nadie, subí decididamente a mi cuarto y le hablé a mi tío que vive en Minatitlán, Veracruz. Él vive solo y no trabaja; pero nadie contestó. Le hablé a mi papá a su trabajo, pero nadie contestó. Le hablé a la policía, me contestó una mujer y colgué. ¡Estaba solo, en mi ciudad de mujeres! De pronto, oí la puerta abrirse y supuse que era mi madre, ¡y sí, lo era! ¡Oh dios, por primera vez no quise que fuera ella! ¡¿Porque tanta mujer de vista tan hiriente?!

Me quedé calladito en la puerta de mi cuarto sin que me viera, y paré la oreja para escuchar. ¡ Y qué desgracia escuché! Escuche:

Hoy, cuando ellos crean que vemos nuestras novelas, la Supra mandará un mensaje en “Mujer de Madera”.

Hubiera preferido no seguir escuchando, pero lo que dijo la sirvienta fue aún más revelador y catastrófico:

Ni ellos se olerán el final de su existencia. El domingo les pondremos fútbol y adelantaremos lo que nos tenga que decir la Supra.

Ellos creerán que iremos de nuevo a “misa”. –dijo mi madre mientras las dos reían y se agarraban la panza.

Pluguiera a todas nuestro fin. Espero que esto no sea tomado como una idiotez o una locura de borracho. Esto realmente está sucediendo, si no júzguelo usted, vaya a la iglesia los domingos a las 10 AM y fíjese bien en el padre y verá que es una mujer vestida de cura. Si no lo cree, ponga atención en lo que dice y se dará cuenta que es invendible lo que habla, como si fuese un mensaje que sólo las mujeres entienden, puesto que afirman con la cabeza. Además me di cuenta que el público femenil interactúa con “la padre”, porque cuando dice algo que las motiva o que merece la aprobación dicen “te alabamos señor”; y cuando alguien no está de acuerdo, se golpean el pecho varias veces.

¡Ah! El mensaje de la Supra (esta parece ser la líder o algo así) se dio en los comerciales. En estos comerciales salía una misma mujer ofreciendo diferentes productos, y la cámara hacía un “close-up” a su cara cada vez que decía una frase que quería comunicar. Las frases conjuntadas dicen: EL PACHONCITO QUE TODOS CREEN SON EL SABOR QUE EN MÉXICO Y EN EL MUNDO PERO SICONVIENE ESTE Y TODOS LOS DOMINGOS ES LA CHISPA DE LA VIDA QUE REDUCIRÁ LA GRASA HASTA ELIMINARLA COMPLETAMENTE.

Pareciera que este mensaje no tiene sentido, pero pensando un poco logré sacar esto.

Primero lo del pachoncito, pareciera que se refiere a la imagen de la mujer; esa imagen de pacíficas y débiles. En el fragmento “TODOS CREEN” creo que se refiere a los hombres. Pero lo que sigue es lo que me heló la sangre “EN MÉXICO Y EN EL MUNDO” esto quiere decir que no solamente pasa en México, sino en toda la tierra y el mensaje adquiere internacionalidad. El resto del texto dice que los domingos serán los días de junta para planear la eliminación de “LA GRASA COMPLETAMENTE”. Una vez leí que el hombre es el género que más grasa contiene en el cuerpo y que se hace más notable en los hombres de edad avanzada. Esto podría significar que es un plan para eliminar a los hombres de la tierra.

¿Cómo lo lograrán? Aún no lo sé, pero lo que si puedo decirles es que el plan está muy avanzado. Ellas están muy bien organizadas y nosotros tenemos que evitar nuestra extinción.

Otra cosa que pude observar es que las jóvenes todavía no saben de lo que las mujeres de más edad saben. Conforme van estudiando, van siendo instruidas en tácticas militares femeniles. Todo empieza cuando van a clases de Ballet o cuando hacen bailables escolares en la secundaria, allí las señoras empiezan a inculcarles de manera inconsciente el mensaje de la feminidad. Después en la preparatoria, con los bailes navideños y carnavalescos, siguen moldeando la mente de las jóvenes con ideas de planificación femenina, para que cuando ya estén en la Universidad empiecen a tomar conciencia del odio de ellas para con nosotros. De todo esto y más pude saber, al tomar a una mujer de rehén y hacerla hablar.

Es preciso que todos nosotros nos unamos para un contraataque fulminante. Ellas no saben que ya lo sabemos todo. Es necesario tener un lugar de reunión para así planear mejor las cosas; el lugar será las canchas de fútbol. Pero como no puedo estar en todas las canchas al mismo tiempo, es necesario que en cada una comande un jefe y después se comuniquen con nosotros vía internet al mail: “hombres_sí@hotmail.com” para mantenernos en contacto y así poder cambiar opiniones.

Tengan cuidado con ellas, pero no muestren miedo, porque ellas con sus “sexto sentido” intentan llevarte a la muerte. Ellas tienen años de adelanto en lo que se refiere a cegar al hombre. Se apropiaron de lo que es indispensable al hombre, la comida; han estudiado las reacciones de los diferentes tipos de alimentos: llámese fruta, verdura, carne, etc. Por ejemplo: el frijol mezclado con epazote produce una reacción de complacencia en el ser humano, como una droga. En la Odisea, Homero describe como Calipso drogaba a Ulises para tenerlo como esposo. Por eso mejor coman en restaurantes donde cocinen hombres.

Cabe decir que lo Homosexuales están de lado de las mujeres. El hecho es fácil de saber, sólo se necesita tener en cuenta que les simpatiza la idea de tener un lugar en donde estar “todas” juntas.

Esto no es un mensaje machista ni mucho menos, es un aviso de un Apocalipsis singular. Aquí acabo esto, esperando poder tener la ayuda de alguien, ya que estoy en la nómina de todas las mujeres. Siempre que salgo las miradas y las amenazas entre dientes son de todos los días. Cuando voy al mercado todas me discriminan y quieren que mi cabeza penda de un gancho como la de los cerdos.

No crean todo lo que la televisión y los otros medios de comunicación dicen, pues están en las garras de las mujeres. El hecho así está Hecho, sólo queda esperar que todo salga bien y que alguien me ayude, si esto no se da será nuestro adiós.

3 comentarios:

Rodrigo Solís dijo...

Bravo, Wil.

Metis dijo...

JEJE, pero ahora no vas a pedir dicsculpas, por tu escrito,o si? esta muy bien, por cierto en la oficina somos puras mujeres, solo el jefe es machin, UYYYYYYYYYY!

wilberth herrera dijo...

Sobre Bravo, rodro? Se va a la coruña, junto con guardado. Muchas gracias rodro. Espero que pronto salga el cómic del cuento. Todo está en manos de juanito.

Metis: No cómo crees. Este cuento lo hice hace como 2 años. Lo presenté en Dialogos postmodernos. Y déjame decirte que ese cuento fue el culpable de tacharme de misógino. Pero nada que ver, surgió de un caso muy peculiar, que cuando sea famoso lo contaré a mi biógrafo. Y eso de que es machín, no lo creo, véanlo bien y verán que es una peluca. Y se molesta porque tiene celos de ustedes, chicas. Un saludazo.