miércoles, 1 de octubre de 2008

Ya se acerca el fin del mundo

JESUCRISTO


“Si quieren que dé mi vida para que nos hagan caso se las doy”, sentenció el dirigente campesino Ramiro Guillén Tapia, y enseguida se roció gasolina y se prendió fuego en el cuerpo, frente al palacio de gobierno, en Xalapa

Este es el resumen de la noticia. ¿Ven Emos de mierda? Aprendan y ejecuten.

Ramiro guillén, es un visionario, es un hombre justo, un héroe. Como de los que necesitamos. Ese acto de compasión es muy digno. Es de hombre, de valiente, es un mexicano.

Cerca del mediodía, el hombre se manifestaba por enésima ocasión frente al palacio de gobierno, junto con unos 15 campesinos para exigir dotación de tierras y solución a un añejo conflicto agrario en la comunidad de Ocozotepec, en Soteapan. Una vez que advirtió que estaba dispuesto a morir, se prendió fuego y se convirtió en una antorcha humana.”


¡¡LLamas a mí!!

No lo hizo para llamar la atención, ni mucho menos lo hizo para una causa personal, lo hizo para los que no tienen porque es generoso, es humanitario, es Jesucristo.

Y aunque no saben porqué lo hizo, ya que en junio, el gobierno estatal y representantes de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) suscribieron con Guillén un convenio, donde las autoridades se comprometían a pagar a los campesinos las tierras que disputaban a otra organización, y prácticamente ya estaba solucionado el problema, la razón no siempre debe ser lógica. Estuvo muy bien lo que hizo, porque es un hombre, es un kamikaze, es un santo.

Después de unos cinco minutos de arder como carbón viejo, fue apagado por personas que llevaban, de casualidad, unos extintores(porque uno debe ser precavido y un extintor nunca está de más), pero antes, una ventera le llegó a tirar agua con detergente, atenuando más el fuego. Y ya apagado y grisáseo completamente,se dio tiempo de dar un par de entrevistas, porque es sencillo, porque es cercano, porque entiende a los pobres, porque es Robin Hood.


Después del número honroso y valiente, fue llevado en ambulancia, mientras decía la cielo, “perdónalos señor, no saben lo que hacen”, y el cielo le contestó con un silencio amable, y sus ojos rojos se pusieron vidriosos, porque entendía la señal.

Es un héroe, un visionario, y aunque se murió en el hospital, ya que no previó que sus horas estaban contadas(pues sus conocimientos de campesino no le pudieron señalar que el cuerpo humano tarda en presentar reacciones graves ante las quemaduras), ese acto arrebatado de pedir por los demás, quedará gravada en la memoria del generoso pueblo mexicano. Si hubieran más hombres como él, México ardería en menos días que Roma.

Pero yo creo que no murió por las quemaduras de segundo y tercer grado que presentaba, sino que el olor que despedía su cuerpo era tan apestoso que lo hizo vomitar, y ahogarse con su vomito, pues su guacara llevaba maíz, pan duro, y demás porquerías que comen los campesinos, porque era humilde, era sencillo, era ingenuo.

LOS JUDIOS

http://es.youtube.com/watch?v=HUg325tTzXg

No tengo más que decir.

PILATOS

Mañana, (u hoy, según cuando lo lean) se recuerda el trágico suceso del 2 de octubre del ´68. Y para eso, los diputados ya ofrecieron sus comentarios atinadísimos. Primero tenemos al brillante diputado panista Héctor Larios, que dice, “lo que sucedió en el ´68, fue un acto que contribuyó al avance democrático del país. Pero después notó que faltaba algo en su sentencia y lo corroboró con una extensa aclaración que en resumen dice"Una persona que se deslinda ahora y se negó a comparecer ante las autoridades en su momento, pues no es precisamente creíble", se abocó contra Luis Echeverría, y después rescató su oración lamentable inicial con un “o rescatable es que el movimiento estudiantil de 1968 fue un acto que contribuyó al avance democrático del país”, y su sembrante decía, “qué chingón soy, ¿vieron como me salvé de ese problemita?”

Pero las palamas se las lleva Emilio Gamboa Patrón, que aunque sabe que fue un acto aberrante lo sucedido, deja enclaro que un error tan grave no pudo haber salido de su partido, y como tiene bien puesta la camiseta, “lamentó esos hechos en los que murieron estudiantes, aunque rechazó hablar ni bien ni mal.” Pero dijo que muchos dieron la cara, por arrepentimiento: “Recordó que hubo quien asumió su responsabilidad de esos sucesos y lo hizo ante el Congreso de la Unión, como el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.” No sé si recuerde emilio Patrón, que Ordaz, frente a un tribunal, no aceptó haber hecho mal, al contrario, sino que hizo lo que tenía que hacer, según sus propias palabras. “no me tiembla la mano”.




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