lunes, 20 de octubre de 2008

Una noche de Orquesta en Campeche.

Para Laura y Marit.




La dicha fue mucha (Orquesta Sinfónica de Campeche)

Ayer tuve la dicha de presenciar a la Orquesta Sinfónica de Campeche en el teatro de Paula Toro, con motivo del Festival Internacional Cervantino (FIC). Fue una noche mágica en donde miles de campechanos se dieron cita, para escuchar las melodiosas notas de la orquesta, el lujo de campeche.

El teatro se abarrotó, y muchos jóvenes acapararon las bellas instalaciones de nuestro recinto dramático, del Teatro Toro, como lo conocemos de cariño. Y algunas personalidades campechanas acudireon a la velada.

Con esta respuestas, los campechanos demostramos que también, somos conocedores de la música de altura.

El repertorio fue mágico, los violínes (principalmente) sonaron maravillosos (es que tengo una atracción a los violines, además de que dos amigas tocan ahí), los chelos estuvieron a la altura, y las pocas percusiones sonaron con fuerza. Eso hizo que algunos gritaran “ánimo en Guanajuato, chicos” y “nos representarán bien, no se preocupen”. Pero no faltó le gañán con su procaz lenguaje “si no, presten las nalgas para ganar”. Creo que el idiota no sabía que no es un concurso, y las autoridades lo sacaron, como es debido, del lugar. Cuando buscamos, el Rodro ya no estaba.

La Picha Sinfónica.

Pues yo no estoy deacuerdo con lo que dijo el puto de arriba. Estuvo de la mierda. Primero que nada, acudí (como muchos más fueron) porque no sabíamos que existía una orquesta sinfónica en Campeche. Y sólo fui para corroborar de que no era una broma; es más, pensé que era una obra cómica de Mauricio Herrera.

Pues llegué y ya estaba empezado. Y sí, estaba lleno, pero en Campeche sólo tienes que decir que algo es gratis para que abarroten el lugar. Llegué, y me puse en la entrada. Quise pasar pero había gente en la entrada. Un pinche enano estaba estorbando la entrada principal, y me disponía a pedir “permiso” cuando me di cuenta, por sus orejas, que era ni más ni menos que el gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez. Lo primero que me cruzó por la mente fue, “qué fácil es matar al gobernador. Sólo se necesitaba un pequeño puñal y ¡zas!, o una pistola, y su cuerpo yacería en el teatro, como Lincon.

Los violines sonaban chido, hay que admitirlo (también tenía amigas tocando el violín), pero para mí, la que se llevó la noche, fue una guerita que tocaba el Chelo. ¡ah, cabrón!

Y la gran mayoría no eran jóvenes, la mayoría eran viejas y viejos. Una señora de edad avanzada se sentó en las gradas de arriba. Gritaba (no cantaba) las canciones que se sabía; eso hizo que alzara la vista (como muchos lo hicieron), y cual fue la sorpresa de ver que llevaba el vestido de Campechana y las piernas abiertas, de manera que el que alzara la vista a su dirección era flasheado con el calzón terrible de la mujer. ¡Señora, por favor! Alcancé a gritarle, pero enseguida me cayó una dama de edad paralela a la mía que estaba sentada a lado de la vieja puerca, que era de buenos bigotes. Llevaba una minifalda y las piernas cruzadas. ¡oh, Dios maldito, que me ponías en una encrucijada, ya que si yo quería ver a la muchachota, tenía que pasar por la detestable aduana pélvica de la mujer senil, que sacudía su abanico como cola de pavoreal en estanque. Por qué las mujeres mayores, que ya han vivido tanto tiempo cuidando que no se les viera las prendas íntimas, a una edad ya avanzada, olvidan este oficio y se desplayan a abrir las piernas en cualquier momento y traumar a cuanto pequeñuelo le cae la desgracia de clavar su mirada en tal aberración del tiempo. No entiendo.


La enseñanza de nuestras raices.

No dejaré que personas perjudiquen la labor y el esfuerzo de jóvenes, y más a personas de bien, que van a representarnos dignamente a un evento internacional de renombre, como lo es el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato.

Seguiré con la narración del evento, que merece toda nuestra dedicación. El lugar era el marco excelente para que una orquesta sinfónica demostrara su talento, y lo hicieron. Es impresionante el hecho de que los músicos tocaran de manera tan agradable y elegante, que enchinó la piel a muchos. Y más por la acústica del lugar, que hace que el de atrás escuche tan bien como el de adelante.

Las mujeres de la orquesta, iban elegantemente vestidas, y los varones con un gran porte, que le daban estilo al grupo. El ambiente fue el adecuado para que oyeramos grandes canciones.

La música empezó y un silencio nos dio la señal de que el público quedó prenzado de la estupenda ejecución de los músicos. La selección de música cubana y campechana hizo que chicos y grandes asintiera a ritmo de las notas.

Todos, bien dirigidos por el joven Eligio Fuentes Rosado, que sorprende con su talento, y su juventud, pues con tan sólo 29 años, está acargo de un gran panel de músicos. La dirección de Eligio, fue tan emotiva, que se llevó una carretada de aplausos a penas terminaba cada canción. El público estuvo cantando y hubo hasta algunos que bailaron.

Elegancia y alegría son los elementos con los que me quedaría si pidieran mi opinión. Campeche estará bien representado.

Yuca, y estiercol, las mejores raíces de Campeche

Pero nadie pide tu opinión, verdulero de mercado sobre ruedas. Cuando en Campeche se dice que va a haber un concierto de músicos campechanos, uno ya sabe que tocarán canciones guapachosas, como jaranas, danzones y cualquier canción tropical. La verdad es que no es soportable el ver una orquesta sinfónica, desperdiciar tantos instrumentos, en canciones tropicales, cubanas, y sin por lo menos tocar una canción seria, de orquesta. Algo de Wagner, por dios, o ya de perdida, una del Tri sinfónico, o el himno a la alegría, que creo que sería la sinfonía de ley, de cualquier principiante, así como lo es el “Te quiero” de los Hombres G, para los que empiezan en la guitarra. Y además, así como saben del tipo de música que harían los músicos de Camepeche, también saben con cual se cierra. ¡Adivinaron! Con Champotón. Es la única que se sabe el gobernador, porque cuando terminaron, Hurtado, como todo un Julio César, dio su aprovación con el pulgar arriba. Que si no la interpretaban, acabarían en las fauces de los leones (de yucatán).

El que dirigía, ¿cómo se llama? ¡Eligio Fuentes! Qué puedo decir. Primero que nada, yo notaba algo, que nadie veía las señales que hacía, y eso me llevó a una duda ¿en verdad es necesario? Dentro de los pocos movimientos de Tempos que me sé (dos) los de Tres tempos, que es un triángulo acostado dibujado en el aire, apuntando a nuestra izquierda, y el de cuatro, que es más difícil de explicar; pero el chiste es que el jóven (que en verdad es más viejo que yo), no hacía ni uno sólo. Y repito, nadie lo volteaba a ver. Lo juro. Para mí que nadie lo ve, aunque mis amigas digan lo contrario. Todos estaban viendo sus pautas, sus hojas. Además, yo tengo la creencia de que el tal Eligio se ha acostado con todas las de la orquesta. Se ve en su cara de pillo. Seguro que les daba los lugares e instrumentos, a cambio de algunos favores sexuales “ándale chiquita, ¿quieres ser segundo violín o primera trompeta? Pues una trompeteada es la distancia. Tú sabes”. Habría que averiguar las truculentas historias de la orquesta. De seguro habrá muchas historias terribles, de actos lascivos y pueriles, que serían dignos de llevarse a la pantalla grande, bajo la dirección de Paul Thomas Anderson.

La consagración de la música Campechana.

Cómo te atreves a decir mentiras tan horripilantes. Mejor oídos sordos a palabras de necio.
Una verdad es que en Guanajuato se presentarán y seguramente causarán una grata sensación. Hay que ser honestos, ya que habrá muchas presentaciones superiores. Pero eso no demeritará el trabajo de los jóvenes (y no tan jóvenes) Campechanos.

Podemos decir que el gobierno ha destinado presupuesto en un bien, ya que hay talento en la Orquesta Sinfónica de Campeche. Sólo esperamos que no se olvide, y que sea un proyecto para largo, ya que muchas veces se olvida. Sólo falta esperar la presentación del maestro Serrat, y la sorpresa de Sabina. ¡qué día nos espera!

El domingo 19 de octubre, fue un buen día y una noche mejor, con la velada de la orquesta. Mucho mejor que estar viendo las basuras de “La academia” y “El show de los sueños”. Sólo para enterarlos, la orquesta se presentará mañana 21 de octubre en Guanajuato. Sabemos que traerán buenas críticas de ahí. Suerte.

¿Música Campechana?

¿Ya te salió lo seriecito? En gran parte estoy deacuerdo contigo. Más, en lo de la telebasura de fin de semana. Y sí, hay que aceptar que fue mejor que las porquerías de Tv azteca y Televisa. Pero lo de invertido y lo de grata sensación, no tanto.

Les contaré una anécdota de ayer (sí, otra), estabamos unos amigos platicando en el pasillo del recinto del Paula Toro, cuando llegó hurtado a felicitar a los muchachos y viejos (porque en la orquesta hay tanto veteranos como niñatos), y vio a mi amiga Laura B. y la felicitó. Y nos saludó, pensando que eramos de la orquesta, y nos dijo “muy bien, muchachos, estuvo muy bien. Salen mañana ¿no?hay les caigo en Guanajuato, voy a tratar.” Y se fue de lo más cordial.

“Hay les caigo” hubieramos querido que nos echara un aventón a nosotros, los confundidos con músicos.

Y le pregunté a mi amiga, que si iría el que metía y sacaba las bases y los instrumentos, y me dijo ¡que sí! No lo podía creer. Se va a chutar el cervantino y sólo metería y sacaría pedazos de metal, y ya. No chinguen, le dije, y me ofrecí a rascar la papaya, ya que había un instrumento , que sólo tenías que rascarlo, y el instrumento parecía a una papaya madura. Esas son las nimiedades de la vida, el saber que el que toca el triángulo (sin albur), y que sólo tiene acción en un par de canciones, reciba salario y que, además, se va de viaje, es un acto que no me deja dormir a gusto.

Muchachos, represéntense a ustedes, y no a Campeche, es lo mejor que pueden hacer. Además de que no deben sentirse presionados, nada malo va a ocurrir. Y si los abuchean sólo toquen el himno mexicano y verán como todos se callan.

**Pronto, la rezeña de “Transmetal en Mérida”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

solo que se te olvido decir que aparte de caabron eres p.u.t.o. ok nada mas bye

wilberth herrera dijo...

ah, y soy p.u.t.o ¿ya? ,pero a tu madre la vuelvo loca con esta.
Un saludo