Mamá, hay mierda en la TV

Es indiscutible el hecho de que la mierda escurre por todos lados y de todos tipos. Pero la que sale de la televisión es, si no la más sugestiva, sí la más apestosa.

Un servidor no cuenta con cable ni con parabólica ni con las antenas que el presidente de dicho producto promociona en los comerciales, con una cara de idiota explotador que necesita más dinero. Y esto por el simple hecho de que en el centro de este Municipio no se puede tener cable por que el cableado se encuentra en el subterráneo y dicho recinto es exclusivo de teléfonos de México y de la CFE; caballeros de la mesa monopólica de este país. Y en cuanto a las otras opciones, mi cartera no es solvente para tales gastos. Otra batalla ganada por la mesa redonda. Así que me guardo mis lamentos para contentarme con los canales que me brinda la recepción de mi antena: el canal de las estrellas, el Cinco, los dos de Tv azteca y un canal de Campeche el TRC.

Es increíble el grado de estupidez que pueden brindar 5 canales bien formados. No es nada del otro mundo, incluso Rodrigo Solís a abordado dicho tema antes. Pero la reflexión de este pensador que no tiene nada que hacer (ya cuento con algo, este blog), me dio luz para darme cuenta de lo que la estupidez y la apertura del televidente para dicha mierda, puede hacer con el ser más perfecto de este mundo: el humano. Mi padre me señaló un punto “el tal Emilio Azcarraga Jean es un puto, porque le gusta que sus conductores sean trasvestis, mira al Adal Ramones, al papirrín de Hoy también se viste de mujer, a César Bono haciéndola de Gay, Ortiz de Pinedo igual” y tiene mucha razón, pareciera que para contratar a sus actores hubiera un apartado en la que indique que el vestirse de mujer es una cláusula inapelable. Pero hay que ser claros para que no haya malos entendidos, no es que critique un gusto sexual, sino que critico que pareciera que para hacer reír se tiene que recurrir al travestismo. Se me hace de lo más bajo, y ridículo además.

No me alejaré del punto, “la mierda de la televisión”. Otra porquería son las mentadas series de televisa. Me refiero a las copias de las americanas. En donde Pancho pantera creció y tiene su programa; y como hay que ser madeinchistas, y parecer gringo le quitaron el “Pancho” para quitar cualquier indicio de Mexicanismos, y llamarse “El pantera”. O sino la S.O.S., serie burda que trata de jalar a los hombres a la zona tele novelera (Como si no hubieran tantos hombres viendo telenovelas) con temas sexuales y mujeres igual de sexuales, que son inventos de la pluma de una cursi y horrenda mujer, Martha Carrillo, alumna fiel de Corín Tellado, la que debería apellidarse “Tullida”. O si no la serie del “Woody Allen” mexicano, Adal Ramones, que lo de “Woody…” no le llega a ni un moco del escritor neoyorquino, y sí nos queda claro que su admiración queda en una grosera imitación de su ídolo. O que me dicen de “13 Miedos” que mejor debiera llamarse “13 Miados” porque no más no dan ni pena, sino asco; que lo que sí vale la pena son los comerciales de Doritos que dejan un buen sabor de boca a nachos con queso y chile.

Pasando a otro canal, TV azteca, nos encontramos con la simpleza y pena ajena hecha realidad, “La niñera” donde acabaron con los sueños eróticos adolescentes que tenía de con Lisset. Es imperdonable lo que hicieron con el personaje de “Nice”, como dice mi primo, el mayordomo, en donde giraba gran parte del humor de la serie. Lo convirtieron en un pedo perdido en el espacio, donde nadie lo escuchará y se preguntará si fue expulsado o inventado. No produce ni una risa el pinche actor. Y no sólo él, sino todos. Es un mal refrito para una mala cruda por una mala peda.

Y que me dicen de los “protagonistas de la tarde, noche y de más” se convirtió en un programa de revista, en donde los comentaristas se la pasan bromeando y apretándose las tetillas como pubertos descarrilados. Y de deportes, bien gracias, te tienes que chutar lo que los idiotas, hijos de papi, y más fresas aún, de Televisa deportes. En donde un pinche estadista es el centro de halagos, con su “colección privada” en donde cualquier tema es recurrente para la memoria. Que si se cayo un fulano, que si metió tres goles, que si falló otros cuatro.

Y para colmo de males tenemos la voz castrante de Paty Chapoy con su “Ventaneando” que es creadora de demás mierda tanto televisiva como escrita, llámese la revista de baño y de estética “TV notas” en donde Niurka es best seller y Christian Castro un gurú de la canción, y una visión de los Rebeldes cuando sean mayores.

Y ya entrada la madrugada, los productos INOVA, en donde se encargan de aconsejarte los ejercicios para bienestar de tu salud, pasándolos ininterrumpidamente toda la madrugada, como si la desvelada fuera un reductor más y un consejo apto de los doctores.

Del canal de Campeche, pues Rodrigo Solís y Eduardo Huchín son los encargados en este rubro, pero aportaré algo con el canal TRC. No se escapen del mejor programa de dicho canal, “El foro” en donde un putito y sus comadres son los encargados de amenizar las tardes comentando los eventos culturales y sociales del entorno Campechano. El sarcasmo queda de lado cuando el intelecto es deficiente, prueba afirmada en “El foro” donde la ridiculez y la obscenidad de la estupidez agraden al espectador y la agresión se violenta cuando notas que es visto. Otra “joyita” de TRC es “La galería de Luigi” en donde el INSEN aporta a su más brillante afiliado. Este programa se encarga de atesorar y exponer en fotos, el recuerdo permanente que nos afirma de que siempre hemos sido ridículos los campechanos. Una comedia de alto nivel y de (es enserio) opinión, es “Puertas Abiertas” en donde un señor, la hace de Sergio Sarmiento versión Campechana en la televisión del sureste. El debate, la opinión, el aburrimiento y la risa son elementos que revolotean al mismo tiempo. Nadie puede negar la rareza que se siente después de ver “puertas abiertas” no sabes si te gustó, si te reíste, si te disgusto, porque todo entra al mismo tiempo. Y para sorpresa de un servidor, al ver a dicho señor del programa en persona, la tremenda barriga que esconde frente al televisor, que me recordó a los perros cuando se paran en dos patas. Me dieron ganas de desparasitarlo como a los gatos recién nacidos.

Pero en fin, ya me fastidié de estar escribiendo sobre la mierda, incluso pienso que tú también te cansaste de leerlo, si es que llegaste hasta aquí. De todas maneras, tendremos que resignarnos con lo que la caja nos da, y si no, pues entretenernos a nuestra elección con el Internet, ya que ahí si tenemos el control de lo que queremos ver.