miércoles, 5 de septiembre de 2007

EL hombre que fue lunes


Rodrigo y yo llegamos el lunes por ahí de las 10 am a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con el cansancio de la máxima de la terquedad humana, nuestros futuros amigos yucatecos y sus impertinencias para con la persiana del autobús. Llegamos al ADO Chiapaneco llamado OCC, que por una letra no es el centro policiaco de robocop. Nos fueron a recoger los amigos de Yajalón, y que no suene a albur, para llevarnos al hotel que estaba a espaldas del OCC, y desconociendo la consigna que llevábamos en las espaldas, la mascota de las 24 hrs. que nos daría material para toda la semana, Don Pepe Landa.

Adelantando los pormenores para no alargar la historia diré, que el día del lunes pasó entre saludos y descubrimientos vanos. Una vez, en el almuerzo nos saludó Pepe Landa, y la apariencia de la cordialidad y amabilidad fue la cara que conocimos de primera impresión.
La noche llegó a su hora más plena y las cervezas se nos presentaron tan evidentes como si fueran las vitaminas que fortalecen a los escritores. En la mesa estaban todos los posibles, el escritor Leonardo Da Jandra, Alejandro Aldana, la joven promesa y muy amigo Tryno Maldonado, el escritor laureado por su "Crítica de la utopía de Pech" Rodrigo Solís, el crítico criticado Jorge Pech, y de más jóvenes, y no tan jóvenes invitados. Ah y el prestigiado poeta Campechano José Landa (aguas no confundir con el oportunista y saboteador Josú Landa).
Las cervezas iban y venían como los pasos de un moderado bebedor que abundan en tierras en donde se evitan las promociones de las cervezas prestigiosas, promociones como las caguamonas de sol.
Es evidente que al correr el alcohol, las pertinencias filosóficas y críticas de los escritores invitados se distorsionen como una imagen en movimiento. Hay que resaltar que un servidor no toma nada que contenga alcohol, y por eso mi visión es más nítida que cualquiera de los que cuenten dicho suceso, pues esas visiones serán enriquecidas por la noble función del etílico.
En la mesa se presentaban temas como para hacer una antología: Filosofía del mundo, evolución de las razas con el ponente Jorge Pech y Pedro Faro; Creencia de Dios y Jesucristo con el compañero Víctor y el solicitado Pech.
En fin, toda una mesa rica en ponencias que no se verían en la Sala Carlos Olmos. Estábamos en la plática Rodrigo, un servidor, y los amigos de Yucatán, cuando el diablo tocó por primera vez:
-¿Quién quiere cigarros, voy a comprar?-nos susurró como para que nadie nos oyera.
-Yo-dijo con vehemencia Joaquín el de Yucatán de la misma manera en que señaló los huecos de Da Jandra en la primera ponencia.
La cara de Landa fue de desilusión, como si pensara en nosotros como una madeja de ignorantes.
Pepe Landa empezaba su show con un cordial resalto de la raza del crítico pech:
-Sí, eres un indio-remarco a la respuesta de Pech en donde este resaltaba su raza de Bronce.
-Y tú qué pinche Landa-le dijo Pech preguntándole sobre su descendencia.
-Yo soy Español, no ves mi apellido "Landa"- le contestó de manera afresada, como si un fresa contestara burlonamente fresa para ofender apropósito.
-Ahhhhhhh
Landa se sentó a nuestro lado sin que le tomáramos importancia. Abría que señalar que a lo mejor eso fue lo que le molestó e hizo que saltara después. "Viejo ridículo" diría Rodrigo.
-Bueno, nos vemos hasta al rato-dijo Rolando para despedirse de nosotros-no más que cuando se vayan no dejen que Pedro Faro se duerma en el pasto.
La risa mezclada con comiteco despidió a los dos. Jorge Pech, con una inteligencia ya enriquecida con las chelas, rebajó el comiteco con cerveza "Pa en suavizar" fue su comentario. Nadie pudo con la dichosa botella el primer día, pero más tarde se convertiría en digestivo para la cena.
La peda ya estaba recantada, muchos se ponían impertinentes, y yo me encrudecía con jugo de naranja y agua.
Pronto hicieron grupito Tryno y Rodrigo (luego abordaremos el por qué) y platicaron largo y tendido, como viejas de batea. Landa junto a nosotros (yo, Patricia Garfias y Mario Pineda) tapaba el paso.

1era, Impertinencia
Que en verdad fue la segunda, porque la primera, según me dijeron fue un regaño a un mesero del video café a la hora del almuerzo.
Como dije antes, estábamos platicando los tres cuando pepe Landa le empezó a bajar el cierre al suéter de Patricia, para que, según Landa, mostrara sus "Encantos". Nosotros dos enmudecimos ante tal osadía, y Paty (si me deja llamarla así) pelaba los ojos, y no sabía cómo reaccionar. Ante el silencio incomodo, dije:
-no se lo baja porque hay frío.
Eso pareció calmar la situación. Paty se incomodó un poco y luego se retiró,. no sé si a su cuarto o a otro lugar.

Continuará...

3 comentarios:

zhizue dijo...

oyeee, dejas a tu lectora picada, que os pasa, apurate con la segund aparte que quiero la version completa, jajaja. Tere

wilberth herrera dijo...

jaja, gracias tere, juro que mañana vomito un poco más de esta telenovela "El hombre que fue lunes"

Tryno dijo...

Saludos desde Oaxaca, maese. Yo también me quedé esperando la continuación, aunque el final ya lo sabemos los que fuimos, ja ja ja.