Porque últimamente el tema son los emos, y porque los medios masivos de comunicación de Campeche lo pusieron casi al mismo tiempo (La pildorita de la felicidad, Tediosfera y los viajes de wilberth), además de los comments que pusieron en el post de los emos, hoy trataremos de este grupo de personas.
Amén de la definición, que ha sido manipulado incorrectamente, el emo es menos que lo que antes significaba, se refiere a un grupo de personas fácilmente identificadas por la forma de vestir, y es en este sector en que se está sustentando, malamente, el término por parte de la gran mayoría de sus integrantes, pues muchos creen ser emos sólo por cómo se visten y no estar de acuerdo con la postura total.
La palabra emo viene por una corriente musical de los 80`s y 90`s, nacido del Hardcore punk. Últimamente se ha desvirtuado el significado. Si bien, el género emo era atribuido a un ritmo y un particular nicho de temas, también tenía su grupo de personas que seguían este rubro sin mayor importancia que el musical, y la indumentaria pasaba a segundo plano. Sin embargo, los emos de hoy intentando transgredir sin transgredir, entiéndase, un falso y torpe nihilismo, han desfigurado las bases que la música había planteado. Hoy en día la música queda de lado, y no sólo eso, sino que ha perdido la esencia del que se alimentaba, y de eso se puede notar que no haya una identificación clara al escuchar la música emo con el resto, sino que se necesita ver la indumentaria que tienen los grupos para poder clasificarla. Un ejemplo es que My Chemical Romance, estandarte de los emos hoy en día, tocan una música más rápida y menos melódico que los primeros emos, como Jawbreaker o un Sunny day real estate. Es por eso que el emo de hoy, trata de implantarse como una moda, más que una corriente musical, y sus bases las sienta con una especulada definición de fatalismo.
El emo que intenta englobarse en una sola forma, no tiende a disgregar una sola definición de su movimiento, incluso no tiene una ideología qué seguir, sólo aflora el término de ser un ser “emocional”, y refiere ser sensible ante tal argucia. No obstante de estar desvirtuando la palabra “Emocional” puesto que sólo manifiesta una sola emoción, que es la tristeza o/y odio.
Como antes se dijo, los emos centran su estilo en tres rubros, que son la vestimenta, la actitud y las aparentes emociones. Y en un cuarto término que se esconde por debajo y por detrás, es la música. Podemos decir sobre su vestimenta, que es una conjugación interrumpida entre el dark, el gótico y el indie, variando entre el negro y los colores pálidos. Pero primordialmente es un intento de fusión entre el dark y el gótico.
En cuanto a la actitud y las “emociones”, es una derivación del nihilismo de la denominada generación X y los darks; pero principalmente, es un intento burdo de unir la actitud frustrada y negativa de “el dark”, lo suicida del rock “hardcore” y lo pacífico de los extintos “hippies”. La actitud que toman los emos es de un desprecio total, según ellos, de la vida. Es por eso que se encontrarán cicatrices en las muñecas, de sus interminables intentos de suicidio.
En resumen, podemos decir, que los emos son un “intento”. Es una manifestación que no termina de esclarecer sus intenciones. Siempre estarán pedaleando entre lo dark y lo indie; entro el nihilismo y el humanismo; entre el pop y el nuevo y desvirtuado punk.
Sus heridas no nos dicen nada. No nos prueban el supuesto dolor de existir, pues dejan de lado la acción para mostrar el intento. Los intentos de suicidio nunca pasan más allá de eso, un simple intento de suicidio, pues en realidad esa es la premisa de los emos, el intento. De hecho, no ha habido registros que marquen una cantidad de emos muertos por suicidio. El emo tienta a matarse, pero nunca lo hace. Es como el niño que quiere tirarse a la alberca, y que dice que lo hará pero nunca lo hace.
Recientemente, ha habido un grupo de personas que agredieron a este grupo, y su base es el sólo hecho de no tolerar a los emos. Y aunque injusta, la razón podría ser más por el modo en que los emos se presentan ante la sociedad. Los agresores confinan sus acciones, bajo la premisa de que los emos denigran a la música, no hay premisa más recurrida que esta, como para saber que no es la verdadera. El hecho refiere más a una intolerancia a un fin inconcluso, que a otra cosa. Lo mismo pasa con los homosexuales, sin embargo, hay más tolerancia, últimamente con estos, que con aquellos.
En definitiva, lo Emo es un intento de moda, y que su base es el “intento” y sin ningún otro fundamento sólido que lo diluya; y que desafortunadamente está acaparando a los jóvenes, gracias a los que los hacen menos.
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