Entre la mierda nos vemos. Pues ayer, con llanto en los ojos, subía al periódico donde trabajo, la triste noticia del deceso del borracho amarrado como puerco, alias “La CANACA”.
La estupefacción que me causó fue tal, como si me encontrara a JM jugando basquetbol. Y todo porque no podía creer que fuera una noticia Nacional la muerte de un completo desconocido que no había hecho nada importante, sólo manejar completamente pedo, y ser entrevistado por un reportero.
El video fue tomado de un programa de Guadalajara llamado, El show de la Barandilla, y subido al youtube y se hizo famoso. En dicho video, pasan un compendio de borrachos que fueron agarrados por la policía, con un tono humorístico, mostrando las incoherencias que les hace decir el alcohol. Entre todos ellos se hicieron famosos el denominado “Dios Eolo” (que no sé por qué le pusieron dios Eolo, si no tiene nada que ver con los vientos), y Guillermo López Langarica, el denominado por los cibernautas “La CANACA”.
Ya habíamos dicho antes que el youtube es más un instrumento histórico, pero además, es un escaparate para hacerse famoso. Hay que recordar al mentadísimo Edgar, con su caída; el “Ni Mergas”, y ahora el fallecido “CANACA”.
El destino quiso terminar con la vida de “La CANACA”, por el estado que se hiso famoso, el de ebriedad, pues fue atropellado por una mujer que manejaba borracha. La historia completa aquí:
Lo realmente sorprendente es que por una estupidez, Don Guillermo López llegó a ser tan popular, como Bush con su reiteración del plan de rescate económico; pues la noticia de su deceso salió en los dos noticieros más prestigiosos de México (el de Dóriga y Hechos); además de ser portada del Universal y de otros periódicos. Pero ¿qué carajos creó tal reacción? Les juro que a veces creo que cada país tienen a un selecto grupo de personas que deciden todo, hasta lo que debe salir en las noticias y lo que no.
Chéquen el nivel de popularidad que llegó a tener (aún lo sigue teniendo) el video de “La CANACA”, pues hasta en dibujos animados lo llegaron a sacar:
http://mx.youtube.com/watch?v=ZSyHyxA6IMw
http://mx.youtube.com/watch?v=ZSyHyxA6IMw
Pero eso no es todo. Si Adal ramones, Eugenio Derbéz y Jaime Maussan sacaron un disco, pues “La CANACa” tuvo su remix:
Y, como dignos representantes de PENA AJENA, los imitadores no se hicieron esperar:
¿Por qué hacen esto?¿por qué decide uno hacer el ridículo? pareciera que el encanto de los mil ojos del internet es tan embriagador, que no importa hacerlas burlas de los demás para pasar a la posteridad ¿tan urgidos de atención estamos?
Pero bueno, el tema sigue siendo el mismo. Cómo llegamos a propiciarle fama a un hecho sin sentido y sin más valor que el testimonio de una ridiculez. Esto nos deja en claro que hoy, la fama está de espaldas a la moral (aunque creo que siempre lo ha estado).
Aún así, nos queda sin contestar qué es lo que hace a una persona tan popular, centrándonos al personaje de “La CANACA”, y muchos más (Sammy, Margarito, Edgar, La “Me chocaron”, Changoleón, El ni mergas, Eolo). Quedamos con un eje en común, todos ellos nos causaron risa, nos alegraron por un momento la vida, que al parecer, en este nuevo siglo, se ha vuelto más tensa, y a la vez, menos seria. El youtube nos permite conocer todo un circo de Freaks, que amenazan ser nuestro reflejo, y se nos hacen tal palpables, como si redescubriéramos esos personajes y situaciones que nos rodean a diario (el borracho de la esquina que dice incoherencias, el wuey que cantinflea y no entendemos lo que nos dice, las anécdotas con la policía y el alcohol, la mala palabra que salió fallida, etc.) El internet sugiere ser un reflejo de nuestra sociedad, y nosotros lo aceptamos como tal, aunque no sea cierto. Y aquellos personajes que se nos presentan con tal incoherencia, nos alegran la vida, porque son graciosos, sin pretender serlo, y encontramos un encanto en el humor involuntario, que nos es muy cercano (cuántas veces no nos han burlado por algo estúpido).
Esa parece ser la gran diferencia: Chávez es un estúpido que nos sorprende, pero “La CANACA” sólo necesitó un minuto para parecernos más encantador y entrañable ¿O, no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario