Hoy tendremos al papa Benedicto XVI. Todos sabemos que la taréa difícil que tiene en manos, pues superar al anterior papa es una labor titánica. Pero notamos a leguas que lo está intentando.
A poco no se parece
Muchos piensan que es muy cerrado por los cambios en las leyes de la iglesia. Pero él se esfuerza para demostrar que es de mente abierta.
Qué pasó.Te digo morena, que si mi túnica fuera de metal, hubieras oido un campanazo cuando te vi.
Siempre tiene una sonrisa para todo el mundo. Como un medio de atracción, nos regala comprensión y ternura, detalles que caracterizaban a Juan Pablo II.
"¿Dónde está el papa?" "Aquí abajo. Y sirvanse. No se preocupen, a todos les da. Total, a mí me retoña."
Talvez su simpatía sea su sello que lo lleve a lugares insospechados y a una popularidad inigualable.
¡ese mi alicate!
Pero también hay que aclarar, que aunque tenga una personalidad tan inquebrantable como el hierro...
¿Dónde está la que lanza sus chuchos?
será imposible borrarnos de la mente las apariciones tiernas de Juan Pablo II en el fuego de nuestros corazones.
Al final, esta imagen, (La de Juan Pablo II) será insuperable para nuestros corazones.
Pido un aplauso. Para el amor.
A poco no se parece
Muchos piensan que es muy cerrado por los cambios en las leyes de la iglesia. Pero él se esfuerza para demostrar que es de mente abierta.
Qué pasó.Te digo morena, que si mi túnica fuera de metal, hubieras oido un campanazo cuando te vi.
Siempre tiene una sonrisa para todo el mundo. Como un medio de atracción, nos regala comprensión y ternura, detalles que caracterizaban a Juan Pablo II.
"¿Dónde está el papa?" "Aquí abajo. Y sirvanse. No se preocupen, a todos les da. Total, a mí me retoña."
Talvez su simpatía sea su sello que lo lleve a lugares insospechados y a una popularidad inigualable.
¡ese mi alicate!
Pero también hay que aclarar, que aunque tenga una personalidad tan inquebrantable como el hierro...
¿Dónde está la que lanza sus chuchos?
será imposible borrarnos de la mente las apariciones tiernas de Juan Pablo II en el fuego de nuestros corazones.
Al final, esta imagen, (La de Juan Pablo II) será insuperable para nuestros corazones.
Pido un aplauso. Para el amor.
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