Y como no tengo nada que hacer, y no encuentro en Internet una foto para subir para mi nueva sección, pues me doy a la tarea de hacerle caso a mi memoria para hacer este escrito: Y dónde quedaron.
Con el orden que merece mi memoria, haremos caso a esta banda. Quién no recuerda las canciones como la pegajosa Sopa de Caracol, el Punta, o la covereada Todos para bajo, de la gran Banda Blanca. Recuerdo que era el cassette indispensable para todas las fiestas, no importando si era una fiesta de un cumpleaños de un niño o la peda con un compadre ¡Güepa!. El stereo no podía dejar de sonar los hits de esta banda hondureña. En mi particular recuerdo llega, junto con las canciones de esta banda, el suculento platillo que se da en el sureste de este país, y se presenta, principalmente en los cumpleaños. El platillo consta de una ración de tamales, espagueti y pastel, y la delicia se da cuando el merengue del pastel se combina con el espagueti, dando como resultado un sabor ampliamente recomendado. Recuerdo que en la primaria se hizo un bailable con la canción Sopa de Caracol, y lo que más recuerdo fue que una de las niñas era autora intelectual de uno de los movimientos de caderas más violentos, semejante a las muñequitas hawaianas de los taxis. Con la misma simpatía recuerdo la fama que me dio la canción Punta, pues cantaba el coro de esa canción pero sin la “N” de la palabra punta. Hecho que me redituó una carretilla de halagos por parte de los malosos de la primaria Pdte. Ruiz Cortines.
Banda Blanca aún es de los grupos que siguen sonando en las fiestas, cuando el clímax de la peda llega a un nivel en que el cassette desplaza al poder de los mp3 del cd. Particularmente, mi tío todavía mantiene los éxitos de esta, y de otras bandas que fueron tragadas por el hoyo negro del olvido.
¿Alguien puede decirme que pasó con Caballo Dorado? Pareciera como si se los hubiera tragado la tierra. En el 97 causaron revuelo por su canción No Rompas mi corazón, y todo su ritual para bailarlo. No puedo olvidar lo ridículo que se veían en las fiestas bailando esa chingadera. El sur quería ser del norte, pero no sabían que ese tipo de baile country se da en el sur de los Estados Unidos, siendo que los sures se dan la mano, qué mamón. Lo que sí recuerdo que me sacudió fue que en Champotón, causó revuelo esta banda, y más con su mesiánica Payaso de rodeo. Y es que el que diga que los vaqueros y rancheros son exclusivos del norte del país, está completamente equivocado. Esto se da también en los ejidos de Campeche, cosa que no me puedo explicar: ¡HAY NORTEÑOS EN EL SUR! La explicación podría ser otro escrito, pero me enfocaré en el hecho que causó el éxito de Caballo dorado. Recuerdo que en Champotón se dio un baile con la invitación de esta banda. Y yo teniendo 14 años, y llegando a Champotón para pasar una semana de vacaciones, fui presa de una conmoción. Los vaqueros de los ejidos se apelmazaron en Champotón para conmemorar su origen con el baile de No rompas mi corazón. El parque fue testigo de la ridiculez más grande que vieron mis ojos en mis 14 años. Toda la gente estaba vestida de vaqueros, incluso la gorda de la vecina de mi tía, que fue las delicias de los garañones cincuentones que tienen como lema “mientras más se agarre, mejor”.
Hay que recordar que Caballo dorado, traspasó las fronteras, fue un éxito en Estados Unidos. Y aunque ya desaparecieron, así como los ridículos del baile champotonero, siguen apareciendo en despistadas fiestas de bodas o cantinas de bajo presupuesto, gracias a su inefable éxito.
Otra agrupación que desapareció, pero que aún sigue dando patadas de ahogado para reaparecer es Caló. Qué teníamos en la cabeza cuando le dedicábamos nuestro momento ridículo que nos significaba la burla de nuestros amigos cercanos, cuando cantábamos el Capitan o Formas de amor. De qué privilegios gozaba Claudio Yarto para imponer moda. Por lo menos lo prefería que a los pantalones güangos de Hammer. Lo único que me recuerda a Caló, es un primo que se parece mucho a Claudio Yarto, misma cara, mismos lentes y misma panza.
Otra banda que da pena recordar son las vedettes de Locomía. Pero el hecho no es que desaparecieran, sino que les dio pena seguir saliendo vestidos de mujeres q, y evolucionaron en Il Divo. De estos sí puedo decir que dejaron huella, falta ver los zapatos que hoy usan los “varones”. Y me refiero a los zapatos con punta y tacón. ¿En qué cabeza cabe decir que se ven muy varoniles?¿No se dan cuenta que esas modas se daban en los siglos XVIII Y XIX,y que se vio extinta por la confusión que causaba su sexualidad? Locomía intentó ayudar a los homosexuales a salir del closet, al igual que animar a los heterosexuales a aceptar la ridiculez de los gays eufóricos y trastornados. El fin no se llevó a cabo, porque los gays pensaron que era una falacia salir con un abanico del tamaño de una cola de pavo real por las calles. La extinción de este grupo se agradece y se agradece más que no quieran sacarlos del olvido.
Última banda que me vino a la cabeza fue
Y hasta aquí terminamos, y aunque no metí a los del Río, creadores de
2 comentarios:
jaja.. no se donde quedaron, pero por mi que se queden ahí...
En serio, recuerdo que en un baile en la primaria me hicieron bailar esa del payaso del rodeo... la odie con todo mi corazón... jejeje.
Igual ese del caballito... era una tortura y martirio para mi.
Saludos Wil...
Al fin te dejo un comentario.
:)
jaja no serás la niña que vi bailando?
un saludo ate
Es cierto, hasta que recibo un comment tuyo. muchas grcias.
saludos y échale ganas a la escuela. no querrás quedarte en un blog ¿verdad?
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