El ayuntamiento de Campeche ha resguardado estas fotos. Las encerraron para que el pueblo campechano no se entere. Pero gracias a unos contactos y un amigo, pude hacerme de las fotos y darlas a conocer.
La situación fue la siguiete: El 30 de junio, un rayo cayó en un trasformador de luz, en los locales que se encuentran a un costado del mercado Pedro Sainz de Baranda, frente al denominado Puente de los Perros, en contra esquina a Electra. El rayo destrozó el transformador, haciéndolo explotar, mismo que inició un fuego incontrolable en los puestos establecidos ahí.
¡Llamen a los bomberos! Se escuchó de la gente que intentaba calmar el inclemente fuego. Nuestro reportero, al igual que los bomberos llegó después del siniestro, cuando la lluvia había aminorado las lenguas infernales.
Los bomberos mencionaron que tuvieron un percance sin detallar la razón. El fotógrafo dio con el percance y fue el siguiente:
El conductor era nuevo y no sabía cómo manejar un camión con la llanta ponchada, curso necesario que aún le faltaba por pasar. Ese día era su prueba de “fuego”, pero el principiante ponchó el Rin, complicándole la vida a los demás bomberos. El joven responde al nombre de Ramiro Cahuich Ortega.
Ya estando en el mercadito se dispusieron a abrir agua para eliminar las lenguas de fuego que quedaban. “Cachi”, como le dicen a Ramiro, tomó su manguera para ayudar a sus mentores y quiso ayudarlos a apagar un carro que se estaba incendiando, pero el profe Velázquez lo mandó a un puestecito: “¡Jala por ahí, cabrón!¡Apagua ahí!”.
“El cachi”, con más ganas que maña, le prendió a su manguera y el resultado fue este:
Después de ver a su discípulo en apuros, el profe Velazquez lo ayudó con sus brazos fuertes y unos sabios consejos: “Si serás pendejo, apunta pa arriba, para que no te jinetee.¡Híncate para que la domines!” Mismos consejos que tomó en cuenta.
Ya habiendo domado la serpiente de agua, pudo apagar unas piñas y un palo que se estaban incendiando.
Un policía le echó la mano al “Cachi”. El resultado, piñas, palos y una camioneta incendiados, y una zamarreada del carajo para el pobre “Cachi”.
Por cierto, los bomberos, al ver que el fotógrafo hacía cuenta con su cámara de su trabajo, lo mojaron con un chorro proveniente del ya Senior Cachi.
1 comentario:
Nuestro honorable cuerpo de bomberos es la puritita merga.
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