La casualidad tiene una hermanastra que la odia y se llama credibilidad. ¿Por qué se odian? Porque tuvieron que ver con un joven llamado, la mentira, que tuvo un romance de varios años con la credibilidad, que incluso se casaron en la iglesia de la imaginación y que ahora están divorciados, y aunque la mentira tiene un amorío con la casualidad, no se da por ingenuo y sigue revolcándose con la credibilidad en el hotel “Literatura relaxo”. De ahí el odio.
Basta de estupideces semi literarias, todo esto fue para dar pie a esta noticia Ecuatoriana del año pasado. Fíjense en los elementos de este libreto para Sketch: una playa nudista, un hombre desnudo tomando sol, una mujer tomando el sol, hombre pide hora, mujer se inclina y síndrome de rotura de pantalón (sin pantalón), y síndrome del Chanfle (personaje de chespirito), el resultado, el mejor sketch jamás escrito. Aquí el libreto pulido por don Roberto Gómez Culaños “el chesmerito”:
Miren, yo sé que suena algo inventado por el hombre, y sé que la mujer ha de haber sufrido (y más si se trarta del Super ramón), pero hay que tener la mente abierta para entender que sí pudo pasar como él lo relata. Sé que muchos, en su juicio dirán que es imposible que ocurra eso. Pero díganme, ¿no les ha pasado que han hecho algo y que al final, sucede un repentino vuelco y todo parece indicar que lo hiciste con toda la saña? Y en realidad, ustedes no lo hicieron a propósito? ¿No les ha pasado que la casualidad se vuelve en tu contra, o se esconde porque la credibilidad dijo que iría? yo creo que conforme crecemos, perdemos la noción de esa gran conjunción desconocida por nuestra mente, que es la casualidad. Porque se piensa erróneamente que hay un Caos, pero cuando les toca defender un acto inesperado e increíble, suelen tomar la teoría del propósito malévolo. Hay que creer un poco.
No defiendo al hombre, pero sí creo que pudo suceder así como lo relata. Y en sí, creo que la mujer ha de tener en cuenta que al ir a una playa nudista, está expuesta a ciertos accidentes. A mi me pasaría lo mismo como el hombre aquel, si una mujer se me empina y me muestra su indumentaria de piel. Si lo ponemos en un cuento o sketch, tendría un elemento que no se ha tomado en cuenta, que al parársele aquello al hombre, se sintió incomodo de que la mujer lo llegara a ver con aquel asunto a toda asta, y pensando en una reacción negativa de la mujer, decide pararse (él) con nerviosismo, Temor (elemento no tomado en cuenta) y desesperación (tampoco tomado en cuenta) y en la pendeja, se tropieza y llega a caer, justo dentro del agujero que no quería caer, y con la pierna equivocada.
A quién no le ha sucedido que caminando, haya pasado en el momento justo, en el lugar justo, en donde una paloma o pájaro zurrón eche su cagada. O que viendo un charco, uno pasa rápido para evitar ser sorprendido y bañado por un carro, y justo en el momento de estar en medio de aquel pedazo de agua, un carro, de la nada, pasa hecho un jet, mojándonos, terminando como habíamos previsto e intentado evitar.
Suele suceder. Las cosas suelen suceder sin querer.
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