Todos lo sabíamos. El feminismo intentó acallarlo, pero ahora, gracias a la ciencia, la verdad ya no se puede refutar: Las viejas son unas cotorras.
Según un estudio se probó que las mujeres hablan tres veces más que los hombres. En números podemos decir que en promedio salen unas 20 mil palabras al día de la boca de una mujer (y dos que tres poyos), mientras que el hombre sólo usa 7 mil, es decir, 13 mil menos que la fémina promedio.
Mis amigas que no se dicen feministas de las mal entendidas, o sea “hembristas” saltaron como sapos (que de por sí ya lo son), y dijeron que son “mamadas”, les pedí bases y no me entendieron el albur. Ante tal piedra inconmensurable que es la verdad, buscaron fisuras para despedazar dicho tótem, y al no encontrarlas buscaron darle la vuelta “Eso significa que somos más inteligentes porque sabemos y decimos más palabras. Todos saben que la comunicación es la expresión pura de la inteligencia y es lo que nos divide de los animales” me dijo una. Las otras aplaudieron. Yo las podría haber jodido con un “es una batalla injusta pues tienen cuatro labios” pero no podía mentir. Así que mejor les dije la verdad, “no por hablar miles de palabras más significa que tengan algo de interesante que decir. Además, la comunicación no es sinónimo de palabras o plática sin sentido”. Y la base de mis palabras fue que no entendieron nada de lo que les dije (y el albur era otra prueba irrefutable). Tener 100 espadas no te hace un samurai respetable, sino el que sepa usar mejor la espada.
Entonces se quedaron en silencio por un momento, y después de 5 segundos empezaron a hablar si parar. Yo me di la vuelta y las dejé decir lo que tenían que decirse. Que se cumpla su profecía.
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