jueves, 26 de marzo de 2009
El ataque de los Estudios ciéntificos
Viejas ¿por qué son así? No hace mucho puse un post de un estudio que arrojó el resultado de que las mujeres que hablan mucho. Las mujeres, cóléricas por aquel estudio científico, se dieron a la tarea de hacer el suyo, y sacaron que los hombres seden ante las mujeres con tan sólo 8.2 segundos, sólo si les gustó. Si no es de su agrado, sólo tardan 4.5 segundos. Pero para no ser evidentes, las mujeres no dijeron que “les toma 8.2 segundos para que se les pare el asunto” sino que lo suavizaron con el título “los hombres sólo necesitan 8,2 segundos para enamorarse”NOTA AQUÏ. ¡Por dios! No es que me ofenda o me moleste que digan eso de los 8.2 segundos, al contrario, creo que sigue siendo un acto leal y de honestidad con uno mismo porque el hombre no se miente, no es hipócrita con sigo mismo, dicen “me gusta y qué”. Lo que realmente es molesto, bueno no molesto sino penoso, es que utilicen esos slogans de “estudios científicos” como una rabieta para contestar un acto que consideran ofensivo y machista. ¡Por dios, el anterior estudio fue hecho por un psiquiatra de prestigio!
Fuera de toda teoría, la noticia llegó a todas las páginas de Internet. El problema estriba en los redactores que toman la nota, ya que se corre el riesgo de que dicho redactor sea una mujer con poca tolerancia hacia los “estudios” en contra de su sexo y maneje la nota a su antojo, tergiversando la información. Es así que tenemos notas como “los hombres necesitan sólo 8.2 segundos para pensar en sexo”, o “en menos de 9 segundos, los hombres desnudan a la mujer con la mirada. La mujer se puede tardar días” ¡Coño, no es así!
Por nuestra parte, les podemos decir que no pasa eso. Los de pildorita podemos pasar mucho más tiempo con una mujer buenísima sin tener una idea sexual. Nosotros no somos un pene conectado a un cerebro, nosotros somos un cerebro conectado con un pene. Es por eso que Eduardo, Rodrigo, JM, Pepe y yo podemos estar hablando en el café con Laura, Flor, Gabi y Olga, sobre literatura, arte, política, cine, futbol o economía, tener nuestros ojos sobre los ojos de nuestras amigas y no sufrir de un infarto genital. Nosotros sólo tenemos una erección, justo después de que surge una idea para un cuento o un post. Porque a nosotros, lo que nos excita son las ideas. Podemos salir del café con el pene erecto después de haber sacado tres o cuatro ideas para un escrito, podcast, o hasta un sketch virtual. Pero no se nos para por estar viéndole los senos a una mujer buenísima. Necesitamos más que eso para romper nuestro pantalón.
No estoy diciendo que no le demos una zorreada a tal o cual tetona o culona. Lo hacemos, pero sólo por una apreciación a la estética. Misma que tenían los griegos cuando admiraban las esculturas tan detalladas.
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