Cuando las cosas no podían ir peor, viene un ijueputa de mamón, y con su pinche pistolita le pone en la madre a un americanista, creyéndose muy verga y haciéndose el sabroso. No cabe duda que un arma y la cobardía son la peor combinación que pudiera tener un humano.
Es increíble que sin ninguna necesidad, ni razón, un animal vestido, carente de madre y de honor, venga a un mundo que lo que menos necesita son animales como él. La extinción debería tener criterio propio para eliminar estúpidos como este.
La mañana de hoy, no importa si debía estar abierto o no, en un Bar, un desgraciado que impone su estupidez ante todo, le metió un balazo en el cráneo a Salvador Cabañas, un jugador paraguayo que milita en el equipo que más odio: el América.
Está cabrón que vayas a orinar al baño, y un mequetrefe hijo de la verga te meta un plomazo, así por así. Es por eso que pido al altísimo que le quite la vida a ese pelaná, y que le devuelva la salud a Salvador Cabañas, porque si deja el futbol, los pinches americanistas lo van a canonizar y dirán : “Nada más porque Cabañas dejó de jugar, pero si no, hubiera sido campeón el América…años”
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