jueves, 11 de junio de 2009

Un ataque de Apolo


Porque te quiero.

Por el miedo que tengo de que sepas lo que siento cada vez que te veo.

Porque te quiero,

Me atrevo a escribir lo más cursi que puedo,

Y no para demostrarte cómo me humillo, sino para mostrarte que te quiero.

Te quiero.



Porque te alejas.

Cada que pienso en una oportunidad furtiva para contártelo todo

Te alejas.

Porque el científico que tengo dentro me explica las nulas probabilidades y me sobrecoge el miedo.

Te alejas.

Porque materializa mis temores y los hace palpables.

Te alejas.



Porque soy valiente.

Y tengo ganas de ir a verte con la navaja desenfundada y atacar.

Soy valiente.

Porque la razón se pierde con un poco de bruma y polvo que levantan los caballos.

Porque soy valiente.

Mirar la misma luna que te ilumina, y haces sombra con la luz de mi vista.

Porque soy un valiente


Por una duda.

Soy esquizo de mí mismo y me reinvento en cientos de deformes probables.

Una duda.

Que surgió de lo familiar y quedó inconclusa una explicación.

Una duda.



Soy un terco y te quiero.

Soy un esquizofrénico valiente que te aleja de mi duda.

Sin mucho más que el orbe de mi inquietud.

Mucho más de la necesidad de darte verdad.

Me atendré al valiente que puedo ser y no logra nacer.


Porque te quiero, duda.



2 comentarios:

Rodrigo Solís dijo...

Nunca te había leído nada de poesía. Espero triunfes en el Encuentro de Chetumal.

wilberth herrera dijo...

gracias, rodro. Cuando se reponga chetumal de la influenza. Y espero que me acompañes para que me alabes.