lunes, 29 de junio de 2009

¿Que se murió Michael Jackson?¿neta?

Triste y glacial inmortalidad
la que otorgan las efemérides, los diccionarios y las estatuas;
íntima y calida las de quienes perduran en las memorias, en el comercio humano,
protagonistas de anécdotas cariñosas y frases felices.

Jorge Luis Borges.



Dos cosas importantes qué decir sobre la muerte de Michael Jackson, amén de lo grande que era y que nadie puede negar.


Que leo esto: “Imitador de Jackson intenta suicidarse tras la noticia”, y que le hablo a este para ver si está bien.:




Veo que la nota dice “un joven, al parecer ruso”, y no “joven que parece ruso”. Entonces quedo calmado. Pero horas después me topo con esta otra noticia: El pájaro que baila moonwalk como Michael Jackson”:




http://www.youtube.com/watch?v=i-wtO7pjJKk&feature=player_embedded





Carajo, esto es lo que provoca la muerte de un grande. Sin afán de parecer un sabio, a la hora en que se dio la noticia, después de levantarme del shock dije “es lo mejor que le pudo pasar” porque el inconciente es cabrón y ya lo estábamos olvidando. Porque sabíamos que estaba en quiebra y que su muerte le iba a remunerar todo lo que debía en dinero, pero a nosotros nos dejó una deuda que no podremos pagar nunca, la de su enorme talento y más de tres discos memorables.



Sí, es casi imposible que nadie fuera fan de Michael Jackson. Y al ver en la calle cómo la noticia convertía la boca de los más pobres y trabajadores del mercado en un mensajero divino, uno se da cuenta que la gran hazaña de Michael Jackson fue la de volver a este mundo su fan incondicional. Este post no es ni un agradecimiento socarrón ni mucho menos un pacto irrisorio, sino como dijo un político que se enmarcó en la posteridad “todo lo contrario”.



He de admitir que la noticia me impactó. No me considero un fan fulgurante como muchos dicen serlo al saber la noticia, no, soy un fan que fue arrastrado, sin quererlo, por el gran talento de esta mega superestrella. Cómo no sentirme afligido por la pérdida de aquel que me dio tantos minutos de gozo en mi walkman cuando era un puberto. Por eso, cuando supe de su muerte, sentí una nostalgia, y una rememoración de que mi juventud pasó y no volverá. Eso fue lo que sentí cuando supe de su muerte.



Y por su puesto, una sorpresa enorme. Porque nos parecía inmortal. Porque la figura se había devorado, frente a nuestros ojos, la etiqueta de humano, aunque se cansara de hacernos creer que no lo era. Cuando murió, no lo podía creer como muchos, porque nos parecía una persona imperecedera. Tanto así, que si nos hubieran preguntado ese 25 de junio “alguien se murió. Adivina” de los miles de nombres que hubiéramos dicho, nunca hubiéramos mencionado a Michael Jackson.



Estas dos semanas han sido devastadoras para mí, una, por la muerte de Michael Jackson, pero principalmente por la pérdida de un guerrero japonés que conocí porque murió: Misawa. A ese sí que lo lloré, y apenas lo conozco, porque lo épico siempre me arrebata más lágrimas que el talento. Pero eso me lo guardaré.



Michael Jackson se murió y sí que me conmovió. Pero lo que más me desagrada no es la fineza con que murió (el muy cabrón nos quiso dejar un velo de humanismo en su persona al saber lo deteriorado que estaba), sino lo que los fans y no tan fans intentan hacer de su figura: un santo. No señor, no se puede hacer un santo lo que ya está santificado. Mejor dejemos la memoria intacta, riámonos, burlémonos de esa imagen popular que fue creada por la mercadotecnia, lancemos bromas ácidas y subidas de tono hacia el nombre de Michael Jackson pues nos pertenece, porque al final del día, uno siempre se mofa y juguetea con los amigos, porque sólo con ellos se tiene la intimidad de hacerlo. ¿Qué no?



NOTA:Putitos, no se cuelguen de esto que no es una defensa. Sólo se hizo con el afán de que todos tengan su rebanada, y para dejar de hablar de Michael Jackson que ya fastidia.


No hay comentarios: