Los viajes de wilberth: Lucha Libre: Chiapas vs Campeche

1era Caída

Era domingo 23, estaba entrando a Campeche en el camión del Sur, donde un par de borrachines vomitaron, a unos lugares detrás del mío. Chin, son las 6:20, ya ha de haber empezado me dije cuando vi el reloj de mi celular. Bajé del camión y agarré el otro camión (colectivo) para que me llevase a mi casa. Para mi suerte, llegó uno cuando estuve en la parada. En un FF de video, llegué a mi casa, dejé mi maleta y tomé el camión que me llevaría a la arena Pinkusky. Le mandé un mensaje a Mussgo ¿Ya empezó? Ya estoy llegando, a lo que me respondió inmediatamente, no, es a las 7, ¿dónde estás?, respondí con la misma prontitud Puta, ya estoy en el camión, me dijiste que era a las 6; sin embargo, no esperaría nada porque ya eran las 6:45 pm, y las nubes amenazaban lluvia.

Llegando me encontré al Mussgo en la entrada:

—¿Y los demás?—me preguntó

—JM dijo que no puede, Rodrigo está en Mérida por lo de su hermana y pues Flor está indispuesta.

—Puta, Pepe y Rodrigo me dijeron en la peda que vendrían, me lo juraron los cabrones.

—¡Jum! Pareces nueva, con el Rodro nada es seguro, además se los dijiste pedos, te van a decir que ni se acuerdan.

—¡Chale!

No había nadie, ¡nadie!, sólo éramos el Mussgo, su novia, una amiga y yo. Y uno que otro familiar de algún luchador.

—No va a venir nadie—me dijo temiendo el fraude.

—Coño, parece que no has venido a las luchas. Siempre vienen tarde. No se llena pero sí que viene gente—le dije como un viejo sabio.

—¿Ya viste la arena?—me preguntó—está de la verga.

—Sí—le contesté—y no esperes una gran lucha de los campechanos.

En eso, un auto lleno de gente se detuvo frente a la entrada, donde estábamos nosotros. Dos lindas chicas vieron hacia nuestra posición, una de ellas saludó a mi dirección y yo me dije “ha de ser a otro, no creo que ese saludo sea para mí” ¡Wilberth! ¡era para mí!, no sabía quién era, los lentes de sol que ella traía puestos no me dejaban reconocerla. Saludé mientras intentaba descifrar la persona que tenía a unos metros de mí ¡A qué horas es la función! me preguntó y yo con los dedos le dije a las 7 y también le dije con las manos “Vamos”, y me contestó que “Sí” con su cabeza, entonces habló con sus amigos y el carro se fue. Yo, estaba desconcertado aún por no saber quién era la chica ¡Alejandra! ¡Era Alejandra! Grité y vi como se iba el carro. Ya no podía saludarla con efusividad.

2da Caída

Entramos. Cincuenta pesos la entrada. Nos sentamos en los lugares que estaban bajo una lona, por si llovía. La mayoría era familiar del Mussgo que iban a ver a Ah Kin. Empezó la lucha y el ambiente era bueno, apenas dieron la primera caída, la lluvia se dejó venir sobre el enlonado.

—Pinche arena Pinkusky, por lo menos una lonita le hubieran puesto de techo—dije.

Se suspendió la lucha y había qué esperar a que parara la lluvia. Esperamos como media hora. Después, pinkusky subió con una jerga a escurrir el ring, que por cierto, estaba dado en la madre. Subieron los luchadores a terminar la afrenta con el chipi chipi cayéndoles aún.

Se van a romper la madre, eso está resbaloso, le dije a la amiga del Mussgo. Sin embargo, ni la lluvia ni los incidentes, ni siquiera el limitado nivel de los luchadores campechanos impidieron que la gente se divirtiera de lo lindo.

Con pequeños Clutch y algunas patadas y llaves decentes levantaron la al público, que solo se entretenía con gritos y chiflidos. Se van a matar esas criaturas escuché decir de una señora a lado mío, mismo que me hizo reaccionar en una risa prolongada. Ay dios mío, repetía cuando le propinaban golpes al técnico, o un ¡montoneros! cuando los rudos acribillaban en dos a uno al científico. Por qué lo permites pinche Cachondo le gritaba la gente al réferi cuando notaban que injustamente el bando del mal ejecutaba sus movimientos ilegales. ¡Chinga tu madre cachondo!, le gritaban. Es cuando la lucha mostró su cara y el la razón del por qué está tan arraigado en el pueblo mexicano. Es cuando se define y asienta su diferencia con los demás países, porque la lucha libre mexicana es un teatro muy profuso y natural. Así, la lucha encuentra su dique para desembocar en la teatralidad mexicana Así lo notó Cortés cuando vio que el teatro en los mexicas era algo ya conocido para ellos, pero con diferente postura. El pueblo es afín al drama de la pelea del bien contra el mal. Porque el mexicano es maniqueo por naturaleza y toma su postura para justificarse. El técnico es el mejor porque es bueno y debe ganar; el rudo es la maldad, es aquel que pisotea a la bondad para conseguir lo que quiere. Es el jefe que de seguro ha de ser corrupto, por eso se le menta la madre, porque está contra nosotros. Contra nuestra naturaleza, contra nuestra historia ¡Chinga tu madre Cortés!

http://www.youtube.com/watch?v=QU1rXNd8BXY

Hay que escuchar a la señora quejándose. Una joya.

3era Caída

Todos querían ver a Ah kin. Tuvieron que esperar una lucha más. Terminó y por fin se dio el evento esperado: Ver al carnal del Mussgo en acción y al resto de los chiapanecos.

Mostraron buenas tablas luchísticas, con más calidad que los de Camepeche. Se vio la diferencia luchística con golpes y movimientos más comprometidos y veloces. El público estaba vuelto loco (en su mayoría familiares del Ah kin).

El agua hizo que no pudieran ejecutar mejor sus movimientos, sin embargo, todos los luchadores se comprometieron a dar lo mejor que se podía y eso se agradeció.

El Seminarista le dio el relevo a Ah kin y la gente gritó de emoción. Las patadas eran más fuertes que la de los anteriores, la velocidad era otra, los movimientos eran más marcados, y hasta los físicos eran más comprometidos con la figura del luchador profesional. Chiapas está haciendo buen trabajo con los luchadores y se nota. Aplican llaves espectaculares y muy conocidas, como la Gory special, el Camel Clutch o de a caballo, la estaca, la tapatía e incluso me dicen que querían hacer la Mística pero la lluvia lo hizo imposible; además de aplicar movimientos de poder, como suplexes y power bombs o incluso face busters. Son muy nivelados en sus movimientos. Uno se da cuenta de eso cuando el físico de los luchadores: son altos y robustos.

Ah Kin sintió un compromiso para con sus paisanos y les respondió con creces. Se lanzó desde el ring y con unas tijeras aventó a su reciente rival Cazador Negro, mismo con quien ha empezado un pequeño feudo (como le dicen los japoneses a la rivalidad que llegan a tener dos luchadores y que desemboca en varias luchas entre ellos) esperando que rinda buenos frutos en un futuro.

Al final, Ah Kin y el seminarista perdieron la lucha, sin embargo, el denominado Dios del Sol, le dio una tunda al Cazador Negro, pidiéndole una revancha y una lucha mano a mano para llevarlo a cabo en Chiapas.

Después de la pelea estelar, todo terminó en una prometedora lucha este fin de semana entre Saeta del Ring contra Sangre Latina, que entró relevando a Halcón Galáctico que no pudo acudir, y que siendo pareja de Saeta, lo traicionó. Terminó todo y las fotos no se hicieron esperar. Me tomé una foto con Ah kin y Mussgo, pero con la cámara de su hermano, ya que la mía había dado paso al descanso. Y detrás de Ah kin llegó el rudísimo Rey Persa, con quien había tenido un pequeño altercado al final de la lucha estelar, cuando el Dios Sol se metió al ring para defender a Saeta. Sin embargo, la lucha había terminado y sólo quedaron los amigos de este trabajo que da tanta alegría y esparcimiento a la gente. Una foto, una abrazo una fraternidad profesional, porque el odio nunca fue tan efímero.